Director: Antonio Hernández
España/Italia, 2006, 142 minutos
Los Borgia (2006) de Antonio Hernández |
Tal y como aborda esta película la figura del papa Alejandro VI y de su estirpe (es decir, según lo que marca la leyenda negra gestada en torno a los Borgia), el espectador tiene la impresión de que el patriarca Rodrigo (Játiva, 1 de enero de 1431-Roma, 18 de agosto de 1503) fue una especie de Padrino renacentista. Lo cual no deja de ser llamativo, ya que algo mafioso debieron de tener las intrigas palaciegas protagonizadas por esta familia noble cuando, casualmente, la novela póstuma de Mario Puzo The Family (2001; Los Borgia, en su traducción castellana) abordaba los mismos hechos y personajes.
En manos de Antonio Hernández y con un despliegue de medios considerable, procedentes de la participación en el proyecto de Antena 3 y el Grupo Planeta, el filme denota una factura meticulosa en lo tocante a la dirección artística (vestuario, localizaciones en Italia y España...), pero, al mismo tiempo, una cierta languidez en cuanto al desarrollo argumental, tal vez motivada por el excesivo metraje de lo que estaba llamado a ser también una serie televisiva.
Queda por ver si Rodrigo de Borja fue realmente ese ser maquiavélico que Lluís Homar encarna a la perfección en la pantalla o si, por contra, se trató de un gran mecenas que favoreció el desarrollo de las artes y las letras. Bien mirado, resulta más que probable que ambas facetas sean verídicas, si bien la trama que nos ocupa se centra especialmente en los aspectos más truculentos de un linaje ávido, tal y como señalaba el eslogan publicitario de la cinta, de "ambición, pasión y poder". Fatalidad a la que se hallan expuestos quienes hacen de la parentela una cuestión trascendental. Tal y como, en un momento dado, le espeta el papa a su hija: "Tu vida es un asunto de Estado. Los sentimientos son para la plebe. Nosotros tenemos un destino". Y es que si una cosa sabe a ciencia cierta el sumo pontífice es aquello de que: "Más difícil que gobernar El Vaticano es gobernar una familia".
Digno heredero de las apetencias de su padre, y una vez dispensado de las obligaciones adherentes al cardenalato, el impetuoso César (Sergio Peris-Mencheta) se lanza a una vorágine conquistadora que le llevará a enfrentarse con los Sforza, los Orsini y con todo aquél que ose insinuar algún tipo de relación incestuosa con respecto a su hermana Lucrecia (María Valverde). Urdimbre de maquinaciones de la que nadie está a salvo y cuyas fatídicas consecuencias demuestran el carácter voluble de la fortuna.
Els Borgia feien el que feian totes les famílies poderoses i papals de l'època però en ser d'origen estranger els han endegat molt mala premsa. Ja es veu que deien allò tan sabut de: Oh Dio, la Chiesa di Roma nelle mani dei catalani! L'Homar fent de bo es bo pero fet de dolent o estrany és millor, com la Davis.
ResponderEliminarSí, Júlia: això havia llegit. La qual cosa demostra que, una vegada se li penja una etiqueta a algú, costa molt que la gent faci l'esforç de canviar de parer. Tot i que un dolent interpretat per Lluís Homar a mi sempre em resultarà simpàtic.
EliminarMe gustó esa serie, pero guardo mejor recuerdo de una producción de la BBC "The Borgias" de principios de los 80 con Adolfo Celi y la recientemente desaparecida Barbara Shelley.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Desde luego, las series de la BBC fueron míticas, de eso no cabe duda. Aunque debo aclararte que lo que comento en esta entrada es un largometraje (que después sería emitido, es cierto, por entregas).
EliminarSaludos.
Yo creo que este tipo de personajes son, por un lado, intrigantes, ávidos de poder y un tanto mafiosos y, por otro, protectores interesados del arte y de quien sirve a sus intereses.
ResponderEliminarEl poder y el dinero, es lo que tienen, por eso tanta gente sucumbe ante ellos. Ejemplos actuales tenemos a patadas.
Lo llamativo, según se los describe en la película, es la absoluta falta de escrúpulos con la que los Borgia concertaban matrimonios o participaban en bacanales de todo tipo. Aunque, como bien dices, no hace falta remontarse al siglo XV para encontrar ejemplos.
Eliminar¡No sabía que existía esta película!
ResponderEliminarPor alguna razón (que ahora no sabría explicar) dejé trunca la serie, esa misma de la BBC que hablas con Borgo. Pero me gustaba mucho
Abrazos, Juan!
La lección más interesante que nos proporciona la historia de los Borgia es que quienes hoy se rasgan las vestiduras por la relajación de costumbres no tienen en cuenta que un papa del siglo XV ya cometió todos esos excesos y otros muchos aún más terribles.
EliminarSaludos, Frodo.