Título original: Bande à part
Director: Jean-Luc Godard
Francia, 1964, 95 minutos
Banda aparte (1964) de Jean-Luc Godard |
Dos son las escenas que todo el mundo recuerda de esta película: por una parte, la del trío protagonista bailando acompasadamente el Madison (una coreografía de moda); por otra, la de estos mismos individuos corriendo a toda velocidad a través de las salas del museo del Louvre. Lo cual da una idea del espíritu burlón con el que Godard, enfant terrible de la Nouvelle Vague, afrontó el rodaje de uno de los títulos más emblemáticos de la primera etapa de su filmografía.
Ante todo, Bande à part es un homenaje a la literatura de quiosco en su vertiente noir, como lo atestigua el hecho de que Franz (Sami Frey) y Arthur (Claude Brasseur) se propongan dar un golpe según los parámetros de las novelitas que tanto les gusta leer. Aunque tampoco faltan, como es habitual en toda la obra de su director, referencias continuas a Rimbaud, Poe, Queneau, Shakespeare, Louis Aragon (autor de la letra de la canción que Odile canta en el metro) y otros poetas de la cultura con mayúsculas.
También la secuencia en la academia de inglés forma parte de los momentos memorables del filme, no sólo porque supone la entrada en contacto de Odile (Anna Karina) con los que van a ser sus compañeros de correrías, sino por aquello que, parafraseando a T. S. Eliot, escribe la profesora en la pizarra: clásico es igual a moderno, puesto que todo lo nuevo se convierte de inmediato en tradición.
La música de Michel Legrand y la fotografía en blanco y negro de Raoul Coutard son algunos de los ingredientes que contribuyen a crear la inconfundible atmósfera de una cinta que, como tantas veces en Godard, oscila entre lo cómico y lo profundo, entre la boutade aparentemente absurda (como el "minuto" de silencio de los tres protagonistas en un café) y las citas trascendentalmente solemnes en boca de unos seres que parecen ir a la deriva sin tomarse demasiado en serio a sí mismos.
Hola Juan!
ResponderEliminarPoco que añadir a tu brillante reseña. Ese espíritu y esa atmósfera jamas volverán a crearse, tengo especial debilidad por ese tiempo...
Saludos!
La suerte es que podemos revivirlo, tantas veces como queramos, volviendo a ver películas como ésta.
EliminarSaludos.
El silencio en el café, copiado-homenajeado por Tarantino en "Pulp Fiction" (en el fondo, un título bastante parecido, al menos en espíritu).
ResponderEliminarUn abrazo.
De hecho, el propio Tarantino ha reconocido en diversas ocasiones que ésta es su película preferida del director suizo.
EliminarSaludos.