lunes, 10 de abril de 2017

Mañana empieza todo (2016)




Título original: Demain tout commence
Director: Hugo Gélin
Francia/Reino Unido, 2016, 118 minutos

Mañana empieza todo (2016)


Sabía a lo que me exponía y, sin embargo, fui a ver la peli... Ahora lo fácil sería cargarse Demain tout commence de arriba a abajo, pero, aun así, intentaré encontrar algo positivo en ella. ¿Como, por ejemplo, los títulos de crédito iniciales? Todo colorido, en una animación al ritmo de "People Get Up and Drive Your Funky Soul" de James Brown.

Pero no nos engañemos: la realidad es que Mañana empieza todo es un producto diseñado al milímetro para agradar a un sector del público muy determinado (y muy respetable: ¡sólo faltaría!), pero que a una película no le pide más que evadirse durante dos horas. Todo es fácil, pues, de acuerdo con dicho planteamiento: personajes guay, que viven en un estado permanente de euforia y en un mundo totalmente edulcorado en el que ser padre, aunque sea por accidente, vendría a considerarse casi casi una bendición. En definitiva, poco cine y mucho marketing: el marco ideal para promocionar lo que haga falta...



Y ahora que ya nos hemos desahogado baste añadir que, a falta de ideas frescas, empieza a ser frecuente en el cine comercial francés la costumbre de recurrir al remake. Una semana en Córcega (Un moment d'égarement, 2015) lo era de un antiguo filme de Claude Berri. Comparte con Demain tout commence el mismo ambiente familiar de padres superenrollados, amén de la presencia de François Cluzet, coprotagonista junto a Omar Sy del fenómeno Intocable y, por ende, actor imprescindible de toda producción que pretenda arrasar en taquilla allende los Pirineos.

Más llamativo aún fue el precedente, hace apenas unos meses, de Un hombre de altura (Un homme à la hauteur, 2016), inspirada en la comedia argentina Corazón de León y de las que ya tuvimos oportunidad de hablar en su momento. Mañana empieza todo (título que, por cierto, se parece peligrosamente al de uno de los hitos de la filmografía de Bertrand Tavernier) es la adaptación de la mejicana No se aceptan devoluciones, dirigida y protagonizada por Eugenio Derbez en 2013. Así que poco más se puede decir: si hubo un tiempo en el que a Hollywood le dio por versionar éxitos del cine galo, como Tres solteros y un biberón (3 hommes et un couffin, 1985) de Coline Serreau, puede que en los próximos años a los franceses les dé por hacer lo mismo con el cine sudamericano.


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