jueves, 27 de mayo de 2021

Apartado de correos 1001 (1950)




Director: Julio Salvador
España, 1950, 92 minutos

Apartado de correos 1001 (1950) de Julio Salvador


Título emblemático del hoy tan revalorizado cine policíaco barcelonés, Apartado de correos 1001 (1950) marcaría el inicio de una de las etapas más fructíferas dentro de la producción cinematográfica con sede en la Ciudad Condal. De hecho, son muchos y diversos los enclaves de la capital catalana que sirvieron de escenario natural para el rodaje de esta película, conformando una geografía urbana cuyo radio de acción abarca, a grandes rasgos, desde las Ramblas o Vía Layetana hasta las inmediaciones de Correos en el Paseo Colón.

Aunque, al margen del valor documental que le haya podido conferir el paso del tiempo, lo cierto es que hay momentos puntuales de la puesta en escena ideada por Julio Salvador, a partir de un guion de Antonio Isasi y Julio Coll, que denotan la influencia de clásicos del género como La dama de Shanghai (1947) de Orson Welles. Referente que salta enseguida a la vista en la célebre escena, rodada en el parque de atracciones Apolo, en la que los protagonistas acceden al interior de "La casa de la risa" en pos del sospechoso.

El veterano y el novato en busca de indicios


No obstante, al analizar detenidamente los métodos policiales empleados por Marcial (Manuel de Juan) y Miguel (Conrado San Martín) queda claro hasta qué punto aquellos agentes con bigotito falangista eran capaces de retener a alguien por la fuerza sin que fuese necesaria una orden judicial. O injerirse en su correspondencia personal o hasta en su propio domicilio como si tal cosa, obviando el Artículo 12 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Detalles que hoy pueden sorprender, pero que en el contexto de una dictadura militar arrojan la imagen de un cuerpo más preocupado por mantener el orden establecido que no por la defensa del ciudadano.

Sea como fuere, el realismo que transmiten sus imágenes acaba por imponerse a la propaganda implícita de una cinta cuya intención inicial era recalcar la infalibilidad de la policía en la lucha contra el crimen organizado. A este respecto, la estructura arranca con la consumación del hecho para, acto seguido y a partir de una mínima pista, ir desgranando minuciosamente las causas hasta dar con la identidad del misterioso líder de una oscura trama dedicada al tráfico de cocaína.



6 comentarios:

  1. Cine de alta calidad, muy bien hecho, sobre todo teniendo en cuenta los medios con que contaban y muy desconocido. Por eso se agradece que traigas estas películas a tu blog, porque merecen ser difundidas entre quienes ni siquiera saben que existen.

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  2. Hola Juan!
    La vi hará cosa de un año y me quede sorprendido, la descubrí en el catalogo de FlixOlé y desde luego que vale mucho la pena. Detalles e imposiciones de la época a un lado diría que es una película estupenda. Hay una cosa que igual recuerdas y que ahora no estoy seguro si la vi en esta o en otra similar, se trata de la pequeña placa o insignia que llevaban y mostraban los policías, debía de ser algo así como un pin prendido en la solapa pero puesto al revés, creo que para identificarse lo único que hacían era un leve gesto, nada de sacar una cartera y enseñar la metopa.
    Siempre agradecido por estos descubrimientos que nos traes, saludos!

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    1. Efectivamente, recuerdas bien: lo del pin en el reverso de la solapa pertenece a esta película. Imagino que debía de ser algo habitual en la policía de la época, sobre todo cuando iban de paisano.

      Saludos.

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  3. Espléndido policíaco urbano. Los hubo muy buenos durante la década de 1950 y primeros años de la siguiente.

    Saludos.

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    1. Ya lo creo, Antonio: por eso me gusta rescatarlos del olvido.

      Saludos.

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