Director: René Cardona
Méjico, 1956, 85 minutos
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| La Faraona (1956) de René Cardona |
A tanto llegó en su día la celebridad alcanzada por Lola Flores que incluso los grandes estudios mejicanos, por aquel entonces una potencia cinematográfica de primer orden, se disputaban la presencia de la tonadillera para que protagonizase algún que otro musical como el que ahora nos ocupa.
No puede decirse que el argumento de La Faraona (1956) sea precisamente una historia verosímil o ni tan siquiera elaborada. Se trata, más bien, de un pretexto para el lucimiento de su protagonista. O dicho con otras palabras: aquí lo más importante son los números en los que se canta y se baila, mientras que los diálogos no pasan de ser un mero relleno.
Una joven gitana española, que responde al nombre artístico de Pastora Heredia (Lola Flores), recibe la noticia de que su abuelo, un millonario mejicano, acaba de fallecer en el país azteca. Y allí se planta, ni corta ni perezosa, en compañía de su troupe flamenca, para descubrir que el anciano en cuestión, contrariamente a lo que le habían asegurado, sigue vivito y coleando.
Aparte de la omnipresente Faraona o de los consabidos tópicos que infaman a su raza, como la cleptomanía del gracioso José Jeromo (Florencio Castelló), el otro gran aliciente de la película es la participación del célebre compositor Agustín Lara haciendo de sí mismo. De hecho, habrá ocasión de escuchar, entre otras muchas, la popular "Madrid", si bien la apoteosis final (en rutilante Eastmancolor que contrasta con el blanco y negro del resto de la cinta) es una imaginativa coreografía a partir del Bolero de Ravel.
Una joven gitana española, que responde al nombre artístico de Pastora Heredia (Lola Flores), recibe la noticia de que su abuelo, un millonario mejicano, acaba de fallecer en el país azteca. Y allí se planta, ni corta ni perezosa, en compañía de su troupe flamenca, para descubrir que el anciano en cuestión, contrariamente a lo que le habían asegurado, sigue vivito y coleando.
Aparte de la omnipresente Faraona o de los consabidos tópicos que infaman a su raza, como la cleptomanía del gracioso José Jeromo (Florencio Castelló), el otro gran aliciente de la película es la participación del célebre compositor Agustín Lara haciendo de sí mismo. De hecho, habrá ocasión de escuchar, entre otras muchas, la popular "Madrid", si bien la apoteosis final (en rutilante Eastmancolor que contrasta con el blanco y negro del resto de la cinta) es una imaginativa coreografía a partir del Bolero de Ravel.
Quan jo era petita, a l'època de la peli, hi havia una bogeria col·lectiva per la Lola Flores, en dono fe.
ResponderEliminarEl seu carisma forçosament havia de ser enorme, tenint en compte que els seus descendents han heretat aquesta mateixa força.
EliminarQuiero verla❤
ResponderEliminarSupongo que en Filmin o en alguna plataforma análoga la deben de tener en catálogo. Yo la he visto en DVD.
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarLa importancia y grandeza de su figura son evidentes, desde luego a esa familia el adn artístico le viene de serie, ¡como esta Alba Flores en "La casa de papel"!...
Perdona pero es que no lo he podido evitar, ha sido leer lo de la "cleptomanía" y me ha venido a la cabeza Cristina Cifuentes, la ex-presidenta de la Comunidad de Madrid y sus problemas con las cremas de gratis...
Siempre interesantes tus reseñas, saludos!
No he visto "La casa de papel", pero sí que vi a Alba Flores en el teatro Romea de Barcelona interpretando "Las troyanas" de Eurípides.
EliminarEn cuanto a la cleptomanía de la Cifuestes, me da en la nariz que es de naturaleza distinta a la de Jeromo: que unos roban por vicio y otros por necesidad.
Saludos