lunes, 8 de agosto de 2022

Rabia (1958)




Título original: Rabies
Director: Ingmar Bergman
Suecia, 1958, 90 minutos

Rabia (1958) de Ingmar Bergman


Rabies (1958) responde a una peculiar estructura episódica en la que las seis historias que integran la trama están de un modo u otro entrelazadas. El responsable de analizar cuanto en ellas ocurre, interpretado por Max von Sydow, es el altivo doctor Bo Stensson Svenningson, quien se encargará de extraer las conclusiones pertinentes durante el epílogo.

En líneas generales, la idea que dejan entrever estas "escenas de la vida humana" que Olle Hedberg escribiera a petición de Bergman apunta en la dirección de un claro pesimismo, tendencia que, a lo largo de los años, va a estar muy presente en la filmografía del cineasta sueco. Así pues, la infamia aparece retratada como algo extremadamente contagioso, un mal que emponzoña las relaciones y que se irá transmitiendo de un personaje a otro conforme avance la acción.



Ya en el primer sketch se da la circunstancia de que el hijo de un tendero (Åke Fridell) repudia a la criada con la que mantiene una relación sentimental cuando ésta le confiesa que está embarazada. De modo que en la siguiente escena será esa misma criada (Gunnel Lindblom) la que intente quedarse con la pulsera de oro que una conocida suya (Bibi Andersson) ha perdido en la playa. Y así sucesivamente: la víctima de una secuencia pasará a jugarle una mala pasada a alguien en la siguiente.

Al final de este particular efecto dominó, y una vez probado el carácter maligno de la condición humana, el mencionado doctor Stensson Svenningson mira fijamente a cámara para certificar sin vacilaciones la cuestión clave: "¿Se alivian los problemas de la vida con los lamentos de gente como tú?".



2 comentarios:

  1. Una estructura muy llamativa por lo que cuentas.

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    1. Sobre todo porque se basa en una gran verdad: el maltratado suele acabar convirtiéndose en maltratador.

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