sábado, 27 de julio de 2024

Superman (1978)




Director: Richard Donner
EE.UU./Reino Unido/Canadá, 1978, 143 minutos

Superman (1978) de Richard Donner


A diferencia de las franquicias actuales de superhéroes, que basan su fórmula en adrenalina y efectos especiales de última generación, la primera entrega de la saga Superman (1978) contenía la dosis exacta de humor y romanticismo para hacerla asequible a todos los públicos (y no sólo a los adolescentes, como ocurre hoy en día). De ahí que muchos de los diálogos contengan réplicas divertidísimas, aparte del carácter eminentemente cómico de Lex Luthor (Gene Hackman) y el resto de antagonistas.

Poco importa, pues, lo inverosímil de una historia (coescrita, entre otros por Mario Puzo) en la que un tipo con capa y leotardos pretende salvar a la humanidad: al margen de ello, cuanto aquí sucede, ya sea en la cúspide de los rascacielos de Metrópolis o en el interior de la redacción del Daily Planet, se enmarca en un imaginario de sobras asimilado por los espectadores desde que el personaje se diera a conocer en los años treinta a través de las páginas de Action Comics.



Por si ello no fuese poco, se aprecia además un más que evidente homenaje al Hollywood clásico en el tándem chico tímido-muchacha extrovertida que encarnan Clark Kent (Christopher Reeve) y Lois Lane (Margot Kidder) y que parece calcado de la pareja que interpretaban Cary Grant y Katherine Hepburn en La fiera de mi niña (Bringing Up Baby, 1938). Sensación que se acentúa todavía más por la presencia en el reparto de viejas glorias como Marlon Brando, Glenn Ford o Trevor Howard.

En definitiva, se dice que el auge de las películas de superhéroes va asociado a sociedades en crisis en las que el fascismo latente abona el terreno para que algún hombre fuerte se encarame al poder bajo la promesa de solucionar todos los males. Algo que, en el caso de la película que nos ocupa, pudiera leerse entre líneas como un anuncio de lo que en breve iban a representar para EE.UU. las políticas ultraconservadoras de la administración Reagan.



4 comentarios:

  1. Las actuales películas de superhéroes me parecen sobredimensionadas, demasiado pendientes de los efectos especiales y demasiado autorreferenciales. Además, la imaginación de los guionistas está tan agotada como la galería de personajes. Y eso se empieza a notar en la taquilla.

    Cuando vi "Superman" en su estreno, fue todo un acontecimiento. Vista hoy en día, me parece muy digna y también entrañable, aunque no sé si lo segundo puede considerarse una virtud.

    Un abrazo.

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    1. Al margen de lo que expones, y que suscribo, yo creo que también se ha producido una clara infantilización del género, dando lugar a productos pensados para adolescentes (planos, fabricados en serie y visualmente inspirados en la estética de los videojuegos), mientras que esta primera entrega de la saga aspiraba a llegar a todos los públicos.

      Un abrazo.

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  2. Una magnífica adaptación del personaje de Siegel y Shuster.

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    1. Cine de evasión, ideal para las tórridas tardes de verano.

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