Director: Tony Leblanc
España, 1961, 84 minutos
Los pedigüeños (1961) de Tony Leblanc |
Un cierto aire de déjà vu flota a lo largo de Los pedigüeños (1961), tal vez porque su director, productor, guionista y autor de la banda sonora, el mismo Tony Leblanc que, además de protagonizarla, había debutado tras las cámaras pocos meses antes dirigiendo El pobre García (1961), contaba en su haber con varias interpretaciones de pícaro moderno dedicado a vivir del sablazo, siendo su papel en Los tramposos (1959), de Pedro Lazaga, el más destacable a este respecto.
Fuese por ello o quizá porque la película no llega a arrancar plenamente, lo cierto es que ésta queda reducida a mero divertimento por más que la vis cómica de su reparto, completado con la presencia de López Vázquez, Venancio Muro y Gracita Morales, invite a esbozar una sonrisa a cada momento viendo cómo los susodichos se fingen mudos, ciegos o cojos para suscitar la compasión de la gente.
Y es que tanto el jeta de Fortunato Calandria (Leblanc) como sus compañeros de fatigas están siempre dispuestos a urdir lo que haga falta con tal de sustraerle los cuartos al prójimo, ya sea cantando el flamenco que no saben o reclamando a lágrima viva las deudas que supuestamente les dejó a deber algún difunto al que jamás conocieron. A fin de cuentas, el lema que proclaman con orgullo ("¡Siempre pedimos, nunca robamos: todos para uno como buenos hermanos!") define a la perfección el ideal de vida de estos simpáticos gorrones.
Aun así será una mujer (Licia Calderón) la que logre que Fortu siente la cabeza, por lo que la cinta se estructura como un larguísimo flashback en el que el hoy padre de familia rememora sus viejas andanzas con tal de convencer a su chaval de las inconveniencias de ser un vividor. Aunque ya se sabe que "la rama sale al tronco" y el pequeño Juanín revelará similares dotes a las de su progenitor para sacarle el dinero a los demás.
Aunque seguramente la película, como tal, no sea gran cosa, tenían tal gracia que no tienes otra que reírte.
ResponderEliminarEfectivamente, la película no es nada del otro jueves, si bien es cierto que, de las tres que dirigió por aquellos años, a mí es la que más me ha divertido.
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarOtra que me apunto.
Saludos!
Haces bien en apuntártela, Fran. Pues, pese a sus imperfecciones, tiene momentos muy divertidos.
EliminarSaludos.