domingo, 5 de febrero de 2023

Robin Hood, O Trapalhão da Floresta (1974)




Título en español: Robin Hood, el torpe del bosque
Director: J.B. Tanko
Brasil, 1974, 78 minutos

Robin Hood, O Trapalhão da Floresta (1974)


Es probable que a Robin Hood, O Trapalhão da Floresta (1974) le corresponda el discutible honor de ser la "peor" película que jamás se haya comentado en este blog, si bien eso va a gustos y los casi tres millones de espectadores que, al parecer, pasaron por taquilla en el momento de su estreno certifican la popularidad de uno de los fenómenos más exitosos en la historia del cine brasileño. Sus responsables, el grupo cómico Os Trapalhões (algo así como "Los torpes", aunque también podría traducirse como "Los embusteros"), gozaron de enorme fama en todo el país gracias al cine y, sobre todo, a la televisión, donde se mantuvieron en antena hasta mediados de los años noventa. Posteriormente, ya en 2017, intentarían retomar su carrera, pero la cosa no acabó de cuajar.

Cuando se filmó la cinta que nos ocupa Os Trapalhões no eran todavía un cuarteto, sino un dúo integrado por Renato Aragão y Dedé Santana que aquí se propusieron parodiar la figura del legendario arquero de Sherwood. Sólo que, en lugar de situar la acción en la Inglaterra medieval, prefirieron ambientar los hechos en la selva tropical de Tijuca. Es el suyo, pues, un Robin Hood actual y amazónico, en cuyas hazañas conviven karatecas y todoterrenos como si fuese lo más normal del mundo.



Los protagonistas deberán enfrentarse al viejo coronel João Climério dos Reis (Jorge Cherques), un rico hacendado que pretende adueñarse de las tierras de su hermano y dejar sin nada a su sobrina Catarina (Monique Lafond). No obstante, el verdadero Robin Hood (Mário Cardoso) resulta herido durante un tiroteo, de modo que es reemplazado por Zé Grilo (Renato Aragão), un patoso individuo que, con la única ayuda de su compañero Willie (Dedé Santana) y un par de amuletos mágicos que les facilita un anciano hechicero indio, logrará imponerse a Climério.

La descuidada realización de J.B. Tanko (1906-1993) pone de manifiesto el carácter eminentemente lúdico de un producto cuya exclusiva finalidad era la carcajada fácil de un público aún más fácil de contentar. De ahí las continuas caídas, trompadas y demás disparates que se suceden a lo largo de los escasos ochenta minutos de metraje. No faltan, eso sí, las típicas situaciones de toda entrega de la saga que se precie (por más cutre que ésta sea), desde el rescate de la novia al pie del altar y en el último segundo hasta el habitual combate a bastonazos entre Robin y uno de los esbirros del coronel. Incluso la sobrina de este último se apellida Reis Leão, en clara alusión al rey Ricardo Corazón de León.



6 comentarios:

  1. Ya se ve por la foto que el sustituto le pone empeño a la cosa con un arco en miniatura.

    Un abrazo.

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    1. Le pone empeño, sí, pero no da una a derechas.

      Un abrazo.

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  2. Hola Juan!
    Desde luego el poster ya resulta inclasificable. Esa imagen con el arco pequeñito ya nos da una idea...jeje
    Por cierto, en gallego "trapallada" viene a significar algo así como algo mal hecho, es una palabra como otras muchas que viene a ser como una navaja suiza, podemos decir "esa película es una trapallada", vamos, que es un ladrillo. También esta "trapalleiro", aquel que no hace las cosas muy bien, en este caso este termino puede llegar a tener un significado cariñoso. Disculpa, creo que me he desviado...jeje
    Saludos!

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    1. ¡Hola, Fran!

      Qué interesante todo lo que comentas: como filólogo de formación que soy, me encantan este tipo de cosas.

      Muchísimas gracias por la aportación y feliz semana.

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