Director: Gonzalo Suárez
España, 1974, 93 minutos
La Regenta (1974) de Gonzalo Suárez |
La heroica ciudad dormía la siesta. El viento Sur, caliente y perezoso, empujaba las nubes blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el Norte. En las calles no había más ruido que el rumor estridente de los remolinos de polvo, trapos, pajas y papeles que iban de arroyo en arroyo, de acera en acera, de esquina en esquina revolando y persiguiéndose, como mariposas que se buscan y huyen y que el aire envuelve en sus pliegues invisibles. Cual turbas de pilluelos, aquellas migajas de la basura, aquellas sobras de todo se juntaban en un montón, parábanse como dormidas un momento y brincaban de nuevo sobresaltadas, dispersándose, trepando unas por las paredes hasta los cristales temblorosos de los faroles, otras hasta los carteles de papel mal pegado a las esquinas, y había pluma que llegaba a un tercer piso, y arenilla que se incrustaba para días, o para años, en la vidriera de un escaparate, agarrada a un plomo.
Leopoldo Alas «Clarín»
La Regenta
"Vetusta, la muy noble y leal ciudad", trasunto de Oviedo y espacio en el que transcurre uno de los portentos novelísticos de todos los tiempos, quedó inmortalizada para la gran pantalla en esta adaptación, fruto del empeño del productor Emiliano Piedra, quien, tras varias tentativas frustradas, lograba al fin levantar un proyecto largamente anhelado. Motivo éste que explicaría por qué su esposa, la actriz Emma Penella, se metió en la piel de la veinteañera Ana Ozores cuando, por aquel entonces, ya sobrepasaba los cuarenta. Detalle que, sin embargo, no fue óbice de cara a ofrecer una de las interpretaciones más memorables de toda su carrera.
Una carambola del destino quiso que la dirección de la película recayese sobre Gonzalo Suárez en lugar de Pedro Olea, que era el candidato inicialmente previsto para ponerse detrás de las cámaras. El caso es que, gracias a ello, Suárez demostró que, además de excentricidades vanguardistas, también era capaz de filmar una puesta en escena canónica a partir de un clásico de la literatura castellana.
Tal vez por lo escandaloso de la naturaleza adúltera (y aun pecaminosa) de las relaciones entre el trío protagonista, los papeles masculinos fueron a parar a dos intérpretes británicos, ajenos, por tanto, al estigma que aún arrastraba, en las postrimerías del franquismo, la obra cumbre de "Clarín". A este respecto, Keith Baxter, célebre por haber sido el príncipe Hal de Campanadas a medianoche (1965), da vida a un Fermín de Pas de facciones pétreas, obsesionado por alejar a su pupila de las garras del donjuanesco Álvaro Mesía (Nigel Davenport).
Convertir una novela de casi mil páginas en un largometraje de apenas noventa minutos requiere grandes dosis de concisión, algo que Juan Antonio Porto superó con nota al plantear un guion que respetaba, en esencia, la estructura básica de la historia. La fotografía de Luis Cuadrado y la dirección artística de Miguel Narros hicieron el resto. Que, unidas a la banda sonora del italiano Angelo Francesco Lavagnino, dan lugar a un fresco genuinamente decimonónico, antesala de los que Gonzalo Suárez volvería a explorar, años después, en la serie televisiva Los pazos se Ulloa (1985) y la muy meritoria Remando al viento (1988).
Gran Gonzalo Suárez, potser a la gran Penella aquest paper i el de Fortunata la van agafar una mica madura, tot i que li van com anell al dit, les sèries posteriors van fer que aquestes pelis quedessin una mica oblidades, cosa que és una llàstima.
ResponderEliminarEn el cas concret de "La Regenta", aquest oblit que esmentes prové del fet que la pel·lícula va ser un encàrrec, de manera que no se la sol tenir massa present dins la filmografia de Gonzalo Suárez.
EliminarAunque una es una película y la otra una serie, sin menospreciar esta, me gustó más la adaptación para televisión de Méndez Leite, con un magnífico elenco y grandes interpretaciones. Pero bueno, ya digo que en algunas cosas, no son comparables.
ResponderEliminarPor su formato, la serie permitía una aproximación más fidedigna al texto original, mientras que la película rezuma una morbosidad muy propia del tardofranquismo.
EliminarHola Juan!
ResponderEliminarCreo recordar que vi algún capitulo de la serie, la película no estoy muy seguro, el disco duro últimamente me falla...
Desde luego tarea fácil no debía de ser, adaptar una obra como esa tenia tela.
Saludos!
Ya te digo, Fran: según contaba Emma Penella, protagonista de la película y esposa del productor Emiliano Piedra, costó casi veinte años, tras innumerables negativas por parte de la censura, hacer realidad el proyecto. O sea que imagínate.
EliminarSaludos.
Hola Juan, cómo andás?
ResponderEliminarEstuve recorriendo las entradas de febrero y me empapé de reseñas.
No conozco (salvo algunos casos puntuales) el cine que mencionas. He aprendido mucho.
Mi ignorancia (ahora) no es extrema
abrazo!
Muchísimas gracias, Frodo. Además de sus películas, te recomiendo en especial las novelas de Gonzalo Suárez, sobre todo "El roedor de Fortimbrás" (1965), que en su momento fue muy elogiada por Julio Cortázar. También me comentó nuestro amigo común Borgo que le gusta mucho ese libro, así que ya sabes.
EliminarAbrazos.