sábado, 13 de abril de 2019

Hienas (1992)




Título original: Hyènes
Director: Djibril Diop Mambéty
Senegal/Francia/Suiza/Reino Unido, 1992, 110 minutos

Hienas (1992) de Djibril Diop Mambéty


EL MAESTRO: ¡Vecinos de Güllen! Ésta es la amarga realidad: hemos tolerado una injusticia. Soy perfectamente consciente de la prosperidad que nos brindarán esos mil millones. No ignoro en absoluto que la miseria es la causa de muchos males y amarguras, y, sin embargo, hoy no estamos hablando de dinero (ovación gigantesca), ni de bienestar, o buena vida o lujo; se trata de saber si queremos ser justos y queremos defender los ideales por los que vivieron, combatieron o murieron nuestros antepasados, y que constituyen los valores de nuestra civilización occidental (ovación gigantesca). Es la libertad lo que está en juego cuando se vulnera el amor al prójimo, cuando se desobedece el mandamiento de defender a los débiles, se ultraja el matrimonio, se engaña a un tribunal y se abandona en la miseria a una joven madre (gritos de condena). Ya es hora de que, en nombre de Dios, tomemos en serio nuestros ideales: ¡Y que lo hagamos con trágica gravedad! (Ovación gigantesca). La riqueza no tiene sentido sino cuando es fuente de gracia, pero la gracia sólo se concede al que tiene hambre de ella. ¿Sienten ustedes esta hambre, güllenses, el hambre del espíritu, y no sólo aquella otra, profana, el hambre del cuerpo? Ésta es la pregunta que deseaba hacerles en mi condición de director del instituto de Güllen. Sólo si no son capaces de tolerar el mal, sólo si no pueden ya, bajo ningún concepto, seguir viviendo en un mundo en el que impera la injusticia, sólo en ese caso podrán aceptar los mil millones de la señora Zajanassian y satisfacer la condición de la que depende su entrega. Les pido, pues, güllenses, que reflexionen seriamente sobre este problema. (Ovación estruendosa).

Friedrich Dürrenmatt
La visita de la vieja dama (1955)
Traducción de Juan José del Solar

Autor de una filmografía integrada por apenas seis largometrajes y un corto, el senegalés Djibril Diop Mambéty (1945–1998) pasa por ser uno de los cineastas clave en la no siempre bien conocida historia del cine africano. Fallecido a consecuencia de un cáncer de pulmón a la temprana edad de 53 años, Mambéty tuvo tiempo, sin embargo, de legar para la posteridad verdaderas joyas. Como esta Hyènes que, debidamente restaurada, se presentaba en la tarde de hoy con motivo del Festival Wallay! que tiene lugar estos días en Barcelona.

Libre adaptación a partir de la tragicomedia Der Besuch der alten Dame, una de las piezas teatrales más célebres del dramaturgo suizo Friedrich Dürrenmatt (1921–1990), la acción se traslada desde el país centroeuropeo hasta Colobane, pequeña localidad en las inmediaciones de Dakar y pueblo natal del director. La millonaria señora Zajanassian es aquí Linguere Ramatou, antigua amante del afable tendero del lugar que, después de muchos años viajando por el mundo, regresa a la ciudad, acompañada de su séquito, tras haber hecho fortuna. Pero ni su retorno ni el dinero con el que promete sacar a Colobane de la miseria son en balde: a cambio, Ramatou exige la muerte de Dramaan Drameh...



Son varias las similitudes que, salvando las distancias, emparentan a Hyènes con Bienvenido Mister Marshall, quizá porque el Senegal del 92 se debía de parecer bastante a la España del 53. Pero qué duda cabe que ver a todos los vecinos en la estación, con las autoridades locales a la cabeza y preparados para el recibimiento, arroja una estampa cuando menos familiar a ojos de cualquiera de nosotros.

El realismo, no obstante, queda fuera de esta parábola sobre las lacras heredadas del pasado colonial. En su lugar, Mambéty opta por la estilización simbólica, presentando el sacrificio del viejo Dramaan Drameh (Mansour Diouf) en forma de ritual: el de una especie de peregrinaje, comparado con una manada de elefantes, que se adentra en el desierto para finalmente cercar y hacer desaparecer en su seno al tendero que pudo ser alcalde.


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