lunes, 22 de abril de 2019

Pink Floyd: Live at Pompeii (1972)




Director: Adrian Maben
Bélgica/Alemania/Francia, 1972, 92 minutos

EL ANTI-WOODSTOCK

Pink Floyd: Live at Pompeii (1972)
de Adrian Maben


La impetuosa efigie de Roger Waters aporreando un gong bajo el sol abrasador de Pompeya ha quedado para la historia como uno de los iconos de la música rock. Corría el mes de octubre de 1971 y Pink Floyd era todavía un grupo underground. Aunque no por mucho tiempo, puesto que el éxito apabullante de su álbum The Dark Side of the Moon les convertiría, apenas dos años después, en un auténtico fenómeno de masas.

Waters interpretando "A Saucerful of Secrets"

Es precisamente por eso que la filmación del "concierto" que ofrecieron en el anfiteatro de la antigua ciudad romana, a los pies del Vesubio, tiene, además de un innegable valor musical, el aliciente del documento que deja constancia de un período tan genuino como irrepetible. Y, si no, compárese con el recital ofrecido por David Gilmour en esa misma arena, ya en solitario y con muchos kilómetros a sus espaldas, en 2017: que el guitarrista intentase revivir las glorias de su juventud llenando con miles de personas el lugar donde él y sus antiguos compañeros habían actuado a puerta cerrada es la prueba fehaciente de que algo se perdió por el camino.

¿Chewbacca? ¡No: David Gilmour!

La idea de rodar en las ruinas pompeyanas la tuvo el director Adrian Maben a raíz de una visita turística en la que perdió el pasaporte: al regresar allí para buscarlo, a eso de las ocho, comprobó que el silencio del crepúsculo sería el entorno ideal para que la banda británica diese rienda suelta a su creatividad (que entonces era mucha). De modo que, tras entrevistarse un par de veces con Steve O'Rourke (1940–2003), a la sazón mánager del grupo, se pusieron manos a la obra, con un plan de rodaje de seis días. Que quedarían reducidos a tres, ante las dificultades técnicas para obtener suministro eléctrico suficiente que alimentase el mastodóntico equipo de sonido.

La banda al completo... en París

Quizá ello explica por qué de los siete temas que interpreta Pink Floyd en Live at Pompeii (seis, en realidad, puesto que la extensa "Echoes" fue dividida en dos partes) sólo la mitad se grabaron allí: la ya mencionada "Echoes", "A Saucerful of Secrets" y "One of These Days". Los otros tres —"Careful With That Axe Eugene", "Set the Controls For the Heart of the Sun" y "Mademoiselle Nobs" (versión instrumental de "Seamus")— fueron interpretados en un estudio de París, valiéndose, a ratos, de transparencias que se proyectan como fondo mientras Mason, Waters, Gilmour y Wright tocan sus instrumentos y que hoy se ven pasadísimas de moda.

Richard Wright (1943–2008)

Como suele ocurrir en estos casos, existen dos versiones distintas del material filmado: por una parte, el montaje original, de apenas una hora de duración; por otra, el montaje que el propio Maben llevara a cabo en 2003, enriqueciendo el metraje ya existente con entrevistas a los miembros de la banda (o devorando ostras o "peleándose" por un pastel de manzana en la cantina de los estudios Abbey Road...) e imágenes de las sesiones de grabación de los álbumes Meddle (1971) y The Dark Side of the Moon (1973). No obstante, todo hay que decirlo, el director también se saca de la manga unas innecesarias instantáneas de planetas y naves espaciales que puede que sirvan de relleno, pero que, en cualquier caso, podía haberse ahorrado...

Nick Mason

2 comentarios:

  1. Hola Juan!
    Desconocia lo de este concierto y mira que me gusta Pink Floyd. De lo que nunca me olvidare es del dia que fuimos varios amigos a ver al cine "The Wall", eramos apenas unos crios y desde luego que fue toda una experiencia.
    Por cierto, un curioso concierto de Pink Floyd: https://www.vintag.es/2017/06/33-amazing-photographs-of-pink-floyd.html
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hombre: yo no lo llamaría "concierto", puesto que no hay público. Pero verlos tocar en directo, sobre todo en esa época previa a "Dark side of the moon", siempre es un aliciente.
      "The Wall" ya es otra cosa: una obra conceptual a partir de las obsesiones de Waters, aunque igualmente magistral.
      Y respecto al concierto de Venecia en el 88, sólo te diré que el alcalde dimitió después de ver cómo quedó la ciudad...

      Venga, Fran: un abrazo y hasta pronto.

      Eliminar