viernes, 19 de abril de 2019

El secreto de los hermanos Grimm (2005)




Título original: The Brothers Grimm
Director: Terry Gilliam
Reino Unido/Chequia/EE.UU., 2005, 118 minutos

El secreto de los hermanos Grimm (2005) de Terry Gilliam


Volver a insistir en el habitual derroche de imaginación del que hace gala Terry Gilliam filme tras filme sería repetirse. En su lugar, baste decir que el ex Monty Python lleva muchos años, tal vez demasiados, haciendo la misma película. Lo cual no significa que su trabajo carezca de interés (que ya creo que lo tiene: y mucho), sino más bien que, a veces, se agradecería una cierta mesura entre tanto engendro saltando por aquí y por allá. Y es que durante su infancia Gilliam debió de ser un niño hiperactivo, a juzgar por el ritmo frenético que es capaz de imprimir a todo cuanto hace. 

En el caso particular de los célebres hermanos Grimm, a los que dieron vida Matt Damon y el malogrado Heath Ledger, el director los imagina como una pareja de estafadores de poca monta que van de aldea en aldea y, conchabados con otros dos ayudantes, fingen ahuyentar los malos espíritus. Pero la cosa cambia cuando topan con un pueblo afectado por una maldición auténtica.



Directa o indirectamente, la mayoría de personajes de las leyendas que en su día fueron recopiladas por Jacob y Wilhelm Grimm intervienen durante la compleja trama, dando lugar a un enmarañado batiburrillo en el que, al final, uno ya no sabe muy bien ni adónde va ni de dónde viene la acción. Dejémoslo en que la pareja se adentra en un bosque cuyos árboles cobran vida; que una bruja arrugada adquiere la apariencia de Monica Bellucci (reina de la belleza a uno y otro lado de la pantalla); que un lobo-hombre se deja caer por allí de vez en cuando y, por último, que las tumbas de doce doncellas tienen algo que ver con no sé qué hechizo que un hacha con poderes mágicos puede ayudar a neutralizar. Más o menos.

Por todo lo dicho en los párrafos precedentes sería más bien fácil encontrar similitudes entre ésta y otras cintas que, por aquellas mismas fechas, hicieron un uso similar de la fantasía: la saga de El señor de los anillos (2001-2003), El laberinto del fauno (2006), El pacto de los lobos (2001), Sleepy Hollow (1999)... Aunque para dar con el título que mejor ha sabido captar la esencia de los cuentos populares habría que retrotraerse hasta 1984, año de estreno de la excelsa En compañía de lobos, de Neil Jordan.


2 comentarios:

  1. Hola Juan!
    Creo recordar que cuando la vi en el cine no acabo de convencerme, tendre que darle una segunda oportunidad.
    Fue una pena lo de Heath Ledger, era un buen actor.
    Saludos!

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    1. Pues el caso es que a mí tampoco me acaba de gustar. Hombre: se agradece el esfuerzo imaginativo de Terry Guilliam, pero, aun así, me sigue pareciendo que no acaba de sacarle provecho al guion de Ehren Kruger.

      Gracias por pasarte y comentar.

      Ciao!

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