sábado, 22 de agosto de 2015

Los límites del control (2009)




Título original: The Limits of Control
Director: Jim Jarmusch
EE.UU./Japón, 2009, 116 minutos

"Usted no habla español, ¿verdad?"

El hombre solitario llega a Madrid procedente de París para llevar a cabo una misteriosa misión. Tras admirar en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía algunos lienzos de Juan Gris, Antonio López o Antoni Tàpies, continúa su periplo hasta Sevilla y, más tarde, hasta la provincia de Almería (los exteriores se rodaron en San José, Abla, Senés, Doña María y en las proximidades de Velefique).

En su peregrinación se irá encontrando con los más variopintos personajes y de todos recibirá crípticas consignas sentado en la terraza de cualquier bar ante dos cafés exprés en tazas separadas. Tras intercambiar con cada uno de ellos cajas de cerillas en las que figura la efigie de un boxeador, extraerá de las mismas las coordenadas que, una vez leídas, masticará y tragará con la ayuda del café. También hay una tentadora mujer desnuda, pero al hombre solitario (que es un maestro consumado en el arte del Tai-Chi) ni le gustan los móviles ni se deja seducir por cualquier sirena que se cruce en su camino mientras está trabajando: como todo el mundo sabe, "la vida no vale nada".

Que nadie se asuste. Lo anterior es la sinopsis de Los límites del control, el filme que Jim Jarmusch rodó en nuestro país y que él define como "película de acción sin acción". Entre los actores nacionales destaca la presencia de Óscar Jaenada, Luis Tosar y el recientemente fallecido Héctor Colomé. Del resto del reparto, Isaach De Bankolé, Paz de la Huerta, Gael García Bernal, Tilda Swinton, Bill Murray, la israelí Hiam Abbas y John Hurt.

Son muchos los momentos destacables (y recurrentes) de esta cinta, como la alabanza que hace la rubia Tilda Swinton de las películas antiguas o el misterioso sueño que describe y que parece hacer referencia a una escena de Stalker (1979) de Tarkovsky. Otros adquieren tintes cómicos por la insistencia con la que se utilizan. Tal es el caso de la pregunta que usamos como epígrafe de esta entrada y a la que el hombre solitario responde invariablemente que no. Aunque es la tragedia lo que finalmente parece imponerse con esa copla andaluza que dice: “El que se tenga por grande / que se vaya al cementerio, / allí verá lo que es el mundo: / un palmo de terreno”.

Los límites del control (2009) de Jim Jarmusch
Dos cafés exprés en tazas separadas
En el Reina Sofía frente a un Tàpies
Leyendo las instrucciones
En Sevilla, frente a la Torre del Oro
En Madrid, en compañía de la rubia Tilda Swinton

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