domingo, 2 de agosto de 2020

El resplandor (1980)




Título original: The Shining
Director. Stanley Kubrick
Reino Unido/EE.UU., 1980, 119 minutos

El resplandor (1980) de Stanley Kubrick

El lugar estaba completamente vacío. Sin embargo, no era así, porque en el Overlook las cosas seguían y seguían. Allí todos los momentos eran un momento. [...] En el Overlook, todas las cosas tenían una especie de vida. Era como si a todo el lugar le hubieran dado cuerda con una llave de plata. El reloj estaba en marcha... Él era esa llave, pensó tristemente Danny. Tony se lo había advertido, y él había dejado que las cosas siguieran su curso.

Stephen King
El resplandor
Traducción de Marta I. Guastavino

La imagen de Jack Nicholson destrozando a hachazos una puerta mientras pone cara de loco quedará para la posteridad como uno de los momentos más espeluznantes de la historia del cine. Recurso de enorme fuerza visual, sin duda, pero que, como otros elementos icónicos de la película (por ejemplo las turbadoras hermanas gemelas o el laberinto arbóreo), no estaba presente en la novela homónima de Stephen King en la que se basaron Kubrick y su equipo de colaboradores.

Y es que el director neoyorquino afincado en Inglaterra tuvo siempre la habilidad de amoldar a su propio universo todo aquello que se propuso llevar a la pantalla. A este respecto, la versión fílmica de El resplandor prescinde de la espectacularidad que habrían aportado los setos con forma de animales del área infantil o la explosión final del hotel para centrarse en la creación de atmósferas inquietantes que fuesen la traducción en imágenes del delirio que aflige a la familia Torrance.

"Come and play with us!"

¿Y qué decir de un rodaje que resultó tan o incluso más terrorífico que la historia narrada en el filme? Fiel a un perfeccionismo rayano en monomanía, el obsesivo Kubrick sometió a sus actores a interminables repeticiones hasta dar con la toma exacta. Algo que, en el caso de Shelley Duvall, rozaría el acoso traumatizante, a juzgar por la insistencia del cineasta en corregir y amonestar, una y otra vez, a la intérprete por el más mínimo detalle.

Con todo y con eso, The Shining sobrepasa de largo la categoría de obra maestra en su género para convertirse en título de culto cuyos ingredientes (la avalancha de sangre inundando el vestíbulo, la Steadicam siguiendo las progresiones del triciclo de Danny por los tortuosos pasillos del Overlook) forman parte ya de la memoria cinéfila de varias generaciones.


10 comentarios:

  1. Hola Juan!
    A pesar de los muchos detractores a mi me sigue fascinando. Supongo que habrás visto "Room 237"...
    Saludos!

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    1. Pues no: aún no he visto "Room 237", aunque, como curiosidad, te diré que, en la novela, el número de dicha habitación era el 217.

      Saludos.

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  2. que se puede decir ya de esta película... los cambios de Kubrick siempre son para mejor ja... ese final con animales de pasto no era el ideal je...

    Jack es mi actor fetiche, mi número uno personal y Kubrick también como director, así que disfrutable 100%

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    1. Las cambios de Kubrick son para mejor porque la novela de Stephen King, reiterativa y repleta de clichés, no es que sea precisamente ningún portento (literariamente hablando). En ese aspecto, "El resplandor" entroncaría con "La dama de Shanghai" de Orson Welles y otras películas memorables surgidas de libros mediocres.

      Saludos.

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  3. Esta película fue en su día muy duramente criticada, sobre todo por los fans del libro. Les disgustó la desaparición de los setos en forma de animales. Personalmente, creo que esa imagen no hubiera casado con el estilo de Kubrick.

    Un abrazo.

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    1. Supongo que la polémica vino dada, principalmente, porque el público de Stephen King y el de Kubrick no son el mismo. En cualquier caso, coincido contigo en que la versión fílmica tampoco sería el clásico que es hoy de haberse mantenido fiel al texto.

      Un abrazo.

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  4. Ésta es sin dudas una de esas películas que uno no olvida...
    Recuerdo la primera vez que la ví, entraba en la adolescencia y quise hacerme la "grande", casi no dormí por los siguientes diez días... pero es un clásico que cada tanto vuelvo a ver. Pensar que cuando la vió mi hija, en uno de mis 'ataques' de que vea las mejores películas de la historia... cuando terminó me miró y me dijo: "¿Todo aquí? ...y esto te dió tanto miedo?" ...le respondí que debía ponerla en contexto... en fin.

    Un beso.

    (PS: un detalle, es el día de hoy, que cuando me alojo en un hotel o camino por algún pasillo de departamentos, no puedo dejar de pensar al niño en el triciclo... y te juro, aún grande y todo yo, que muchas de esas veces me pongo a tararear algo para hacerme pasar los nervios...)

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    1. ¡Ja, ja! A mí también me daba mucho miedo cuando chico, aunque lo que comentas sobre tu hija es natural: lo que hoy resulta transgresor termina siendo asimilado y superado mañana. Pasa un poco lo mismo con la música y las modas en general: ¡si hasta del Che Guevara se hacen camisetas!

      Saludos.

      P. D.: Cambiando de tema (y disculpa que no te lo haya preguntado hasta ahora), pero no me queda muy claro a través de que blog(s) puedo seguirte. Estuve escuchando los poemas en Fragmentos de Alma: ¿eres tú quien recita?

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    2. Con eso de las camisetas no quisiera opinar que ya veo que la lío parda...🤦🏻‍♀️

      Y puedes seguirme en el blog o los blogs que quieras, para mí sería un honor (no llego a tu nivel de calidad en reseñas pero uno de mis blogs es también dedicado al cine... aparte de libros y música...). Lo que dices que has escuchado, ¿dónde... en SoundCloud? ...porque sí, los audios son míos aparte dos, uno que me gustó y otro regalo de una amiga... ☺️

      Besos y ya me dirás.

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    3. OK, Alma. Pero yo me refería a cómo se llama el blog en el que estés más activa (por ejemplo, ése que mencionas sobre cine y arte).

      Respecto a los poemas que te comentaba, los escuché en Tumblr: "Fragmentos de Alma" (linda voz, por cierto).

      Y en cuanto a lo que dices a propósito del nivel de mis reseñas, bueno: gracias... Pero recuerda que entre "calidad" y "calidez" siempre es preferible lo segundo.

      Un beso y hasta pronto,
      Juan

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