Título original: Caught
Director: Max Ophüls
EE.UU., 1949, 88 minutos
Atrapados (1949) de Max Ophüls |
Pese a ser menos recordada que Carta de una desconocida (1948), Atrapados se encuentra, sin embargo, entre los títulos más relevantes de los que Max Ophüls dirigió durante su etapa americana. Interés que radica, por paradójico que parezca, en cómo la película deja entrever la influencia excesiva de los modelos hollywoodenses que la inspiraron. Los cuales serían básicamente dos: por una parte, un cierto aire de suspense hitchcockiano, deudor de cintas como Rebecca (1940) o Sospecha (1941), al situar a la protagonista en el interior de una jaula dorada cuyo guardián es un marido tan inquietante como apuesto y, en segundo lugar, la no menos turbadora presencia de un multimillonario posesivo y atormentado a lo Citizen Kane (1941).
A este respecto, todo parece indicar que el guion de Arthur Laurents, basado en la novela de Libbie Block, se inspiró vagamente en la figura del magnate Howard Hughes a la hora de crear el personaje de Smith Ohlrig (Robert Ryan). Menos materialista que Charles Foster Kane, la actitud que Ohlrig adopta ante su esposa oscila, no obstante, entre una indiferencia glacial la mayor parte del tiempo y puntuales brotes psicóticos que revelan una naturaleza enfermizamente posesiva. Hasta el extremo de que Leonora (Barbara Bel Geddes) se verá forzada a huir del "confort" de Long Island para trabajar como secretaria en la modesta consulta del doctor Quinada (James Mason).
Empoderamiento avant la lettre, la valentía que demuestra Leonora abandonando las garras de su marido la sitúan entre las heroínas más audaces del Hollywood clásico: contribución genial al cine estadounidense por parte de un cineasta como Ophüls, cuya proverbial fama de gran conocedor de la psique femenina se hacía de nuevo manifiesta.
Tal vez el desenlace adolezca, en forma de happy ending, de las consabidas imposiciones por parte de una industria que estaba lejos de poder apreciar el verdadero talento de un artista de la altura de Max Ophüls. Y así, en lugar de seguir la vía psicoanalítica de Recuerda (Spellbound, 1945) o los retorcimientos del cine negro, Caught acaba siendo una historia convencional de redención: la de una cenicienta moderna que, tras dar sus primeros pasos como modelo en una ridícula academia para señoritas, comprueba en primera persona cómo su sueño infantil de encontrar al Príncipe Azul se puede convertir en una cárcel.
Robert Ryan y Barbara Bel Geddes |
A este respecto, todo parece indicar que el guion de Arthur Laurents, basado en la novela de Libbie Block, se inspiró vagamente en la figura del magnate Howard Hughes a la hora de crear el personaje de Smith Ohlrig (Robert Ryan). Menos materialista que Charles Foster Kane, la actitud que Ohlrig adopta ante su esposa oscila, no obstante, entre una indiferencia glacial la mayor parte del tiempo y puntuales brotes psicóticos que revelan una naturaleza enfermizamente posesiva. Hasta el extremo de que Leonora (Barbara Bel Geddes) se verá forzada a huir del "confort" de Long Island para trabajar como secretaria en la modesta consulta del doctor Quinada (James Mason).
Barbara Bel Geddes y James Mason |
Empoderamiento avant la lettre, la valentía que demuestra Leonora abandonando las garras de su marido la sitúan entre las heroínas más audaces del Hollywood clásico: contribución genial al cine estadounidense por parte de un cineasta como Ophüls, cuya proverbial fama de gran conocedor de la psique femenina se hacía de nuevo manifiesta.
Tal vez el desenlace adolezca, en forma de happy ending, de las consabidas imposiciones por parte de una industria que estaba lejos de poder apreciar el verdadero talento de un artista de la altura de Max Ophüls. Y así, en lugar de seguir la vía psicoanalítica de Recuerda (Spellbound, 1945) o los retorcimientos del cine negro, Caught acaba siendo una historia convencional de redención: la de una cenicienta moderna que, tras dar sus primeros pasos como modelo en una ridícula academia para señoritas, comprueba en primera persona cómo su sueño infantil de encontrar al Príncipe Azul se puede convertir en una cárcel.
Hola Juan!
ResponderEliminarEl reparto suena estupendo, sobre todo con ese siempre enigmático James Mason. Te agradezco el enlace, la madrugada se presenta larga, seguramente que la veré, últimamente están desapareciendo muchas pelis de youtube.
Venga, espero que estes bien, mucho animo!!!
Tratándose de Max Ophüls es imposible que la película no sea buena. Espero que te guste.
EliminarPor aquí todo bien (dentro de lo que cabe).
Saludos,
Juan
Esta no la tenía en el radar. Me la anoto, ya que el confinamiento recién empieza por acá
ResponderEliminarAbrazos Juan! Cuidate
Pues nada, hombre: ¡que sea leve!
EliminarSi eres amante del cine clásico, ésta no te la puedes perder.
Saludos.