viernes, 14 de noviembre de 2025

Siempre es invierno (2025)




Director: David Trueba
España/Bélgica, 2025, 100 minutos

Siempre es invierno (2025) de David Trueba


Tal vez el hecho de adaptar una novela de su propia autoría, Blitz (ed. Anagrama, 2014), le pasa factura a la última película de David Trueba. Porque lo cierto es que si por algo se caracteriza Siempre es invierno (2025) es por querer abarcar demasiadas cosas. De ahí que la acción transcurra en tantísimos lugares (Francia, Madrid, Barcelona, Calanda, Mallorca...) y a lo largo de muchos meses. Aparte de que, además de una cierta precipitación, a veces peca incluso de previsible.

Aun así, lo que acaba prevaleciendo sobre el resto de elementos de la acción arroja la imagen de un tipo torpe, feo y entrañable a lo Woody Allen (interpretado por David Verdaguer), arquitecto por más señas, cuya vida sentimental y profesional entra repentinamente en crisis cuando su novia (Amaia Salamanca) lo deja por un cantante uruguayo y el estudio para el que trabaja cierra de un día para otro sus puertas. Un perdedor en toda regla al que, por si lo anterior no fuese poco, le arrebata siempre el mismo colega arquitecto (Jon Arias) los premios a los que se presenta.



La mayoría de críticas han definido Siempre es invierno como una tragicomedia romántica, íntima y delicada sobre la pérdida, el reencuentro y la necesidad de reinventarse tras una ruptura. Sobre todo por esa relación tan especial que el protagonista entabla, a partir de un momento determinado, con Olga (Isabelle Renauld), una mujer a la que conoce durante un congreso en Lieja, significativamente mayor que él, y que le ofrece refugio y una nueva perspectiva de las cosas.

El caso es que, pese a las indecisiones narrativas de las que adolece la película (como, por ejemplo, todo lo referente al supuesto gurú coreano de la arquitectura), Trueba propone un relato honesto y conmovedor sobre la superación, la nostalgia y la búsqueda de un nuevo proyecto de vida. En ese aspecto, la atmósfera invernal que predomina durante buena parte de la trama (con su evidente significado simbólico), así como la construcción del vínculo entre Miguel y Olga, se sienten orgánicos y profundos, de una sinceridad fuera de toda duda.



4 comentarios:

  1. Pese a algunos titubeos y a un final bastante previsible, me parece una película honesta y muy interesante en algunos aspectos, como expongo en mi reseña.

    Un abrazo.

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    1. En lo esencial estamos de acuerdo, aunque yo no haya conseguido conectar plenamente con la propuesta de David Trueba.

      Un abrazo.

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  2. El argumento recuerda un tanto a la propia coyuntura de David cuando Ariadna se fue con Viggo Mortensen.

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    1. La base que ha servido de inspiración es claramente autobiográfica.

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