martes, 11 de febrero de 2020

Ensayo de orquesta (1978)




Título original: Prova d'orchestra
Director: Federico Fellini
Italia/Alemania, 1978, 70 minutos

Ensayo de orquesta (1978)
de Federico Fellini


Yo, por oficio, necesito poner orden en el colectivo indiferenciado que tengo ante mí, y siento la necesidad absoluta de establecer márgenes para extraer de ellos algo que transmitir. [...] No obstante, al mismo tiempo, en Ensayo de orquesta se encuentran los miedos de muchos italianos que ya no logran hallar orden, sentido ni certeza en la agitada vida de hoy.

Federico Fellini
La dulce visión
Traducción de Regina López Muñoz

"La música es sagrada: cada concierto es una misa…" Palabras proferidas por el director de orquesta que protagoniza la presente cinta y que recuerdan enormemente a lo que, con la sensibilidad anarquista que le era propia, solía decir José María Nunes antes de cada rodaje: "¡Silencio, se rueda! ¡El cine es una misa!" De hecho, bien es verdad que Prova d'orchestra tiene algo de libertario, siendo uno de los títulos más ambiguamente subversivos de la filmografía felliniana.

De por qué el cineasta italiano eligió esta temática para su película poco podemos añadir que no salte de inmediato a la vista. ¿O es que acaso el trabajo en equipo que implica dirigir un filme no es perfectamente equiparable a estar al frente de un conjunto filarmónico? Metáfora que, por cierto, se podría hacer extensiva al ámbito político, con lo que la rebelión de los instrumentistas al grito de "¡El director ha muerto!" adquiere connotaciones aún más radicales, si cabe.



Y la presencia de una unidad móvil televisiva que se ha desplazado hasta la capilla medieval (escenario único de los hechos) para dar cobertura al ensayo que allí se desarrolla vuelve a ser el recurso recurrente del que se sirve Fellini con el objetivo de alertar sobre la gradual influencia que ha ido adquiriendo dicho medio en detrimento de la industria cinematográfica.

Cada uno de los componentes (o, por lo menos, aquéllos que se prestan a participar en el documental que preparan los reporteros) irá presentando su instrumento ante la cámara: ocasión idónea para reflexionar en voz alta, a menudo valiéndose de ese peculiar sentido del humor que ya estaba presente en Amarcord (1973) y otros trabajos anteriores del director. Porque es de Italia, y no de otra cosa, de lo que nos habla este ensayo que acabará en insurrección: una nave a la deriva cuyos tripulantes, sobre todo los más jóvenes, ansían mayor justicia social. Aunque para obtenerla tengan que amotinarse contra la autoridad del líder...


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