domingo, 20 de abril de 2025

Adolescencia (2025)




Título original: Adolescence
Director: Philip Barantini
Reino Unido, 2025, 410 minutos

Adolescencia (2025) de Philip Barantini


La expectación generada por los cuatro episodios de Adolescence (2025), filmados, cada uno, en un único plano secuencia, ha favorecido que dicha serie, auspiciada por la plataforma de la ene roja, esté en boca de todo el mundo. Y no es para menos si se tiene en cuenta la dureza de su temática, motivo por el que hasta el Primer Ministro británico ha sugerido que debería proyectarse en todos los centros escolares del país. A este respecto, basta ver la primera escena, con la policía irrumpiendo bruscamente en el domicilio de la familia protagonista, para darse cuenta de que la cosa va en serio.

Tras la conmoción inicial, la trama se desplazará sucesivamente a un colegio, adonde una pareja de detectives (Ashley Walters y Faye Marsay) prosigue con las pesquisas en busca de más evidencias. Es éste, tal vez, el capítulo más tendencioso de los cuatro, quizá porque la visión que subyace a propósito del sistema educativo británico deja entrever bastantes reservas sobre su eficacia, valiéndose de recursos tan poco sutiles como afirmar que el lugar apesta o que los alumnos se pasan el tiempo mirando vídeos. Para colmo, los docentes que intervienen son caracterizados como individuos que a duras penas pueden mantener la disciplina en las aulas.



Mucho más conseguido, en cambio, es el tercer episodio, un cara a cara entre el acusado (Owen Cooper) y su psicóloga (Erin Doherty) siete meses después de los hechos. Lo que en un principio comienza como un diálogo cordial en el que la mujer parece que se ha ganado la confianza de Jamie acaba degenerando en una agria contienda en la que el muchacho pierde varias veces los nervios cuando quedan al descubierto sus simpatías hacia el colectivo incel (acrónimo de "célibes involuntarios"). Se trata, sin duda, de un intenso duelo interpretativo, quizá el punto álgido de toda la serie.

Por último, el episodio final muestra las secuelas que el proceso ha dejado en los Miller, sobre todo en unos padres (Stephen Graham y Christine Tremarco) abrumados por el sentimiento de culpa y que no cesan de preguntarse, una y otra vez, qué es lo que habrán hecho mal. Duda razonable que planea de principio a fin de la serie y que interpela también a los espectadores, miembros de una sociedad que, sin saber muy bien cómo, genera pequeños monstruos empoderados. Puesto que aquí la pubertad se nos presenta sin filtros, con la aspereza de una herida mal curada.



6 comentarios:

  1. Duras y realista, a lo que se ve.

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    1. Puede, pero también demagoga y a veces un poco inverosímil.

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  2. En cualquier caso, una serie muy a tener en cuenta.

    Un abrazo.

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    1. Y cómo no, si todo el mundo habla de ella...

      Un abrazo.

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  3. Hay que verla, tiene altibajos, pero es recomendable (desde el lado técnico también: ¿cómo se logra esa actuación del niño en una sola toma, en ese tercer capítulo, sin duda el mejor de la serie?).
    Saludos.

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    1. Supongo que con un poco de talento innato (y muchas horas de ensayo).

      Saludos.

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