viernes, 1 de agosto de 2025

Desde la terraza (1960)




Título original: From the Terrace
Director: Mark Robson
EE.UU., 1960, 150 minutos

Desde la terraza (1960) de Mark Robson


Superproducción en cinemascope de la Twentieth Century-Fox magistralmente dirigida por el canadiense Mark Robson (1913-1978), con guion de Ernest Lehman a partir de la novela homónima de John O'Hara y una excelente banda sonora de Elmer Bernstein. Como en tantas ocasiones por aquellos años, el reparto de From the Terrace (1960) volvía a estar encabezado por Paul Newman y Joanne Woodward, pareja de moda en Hollywood que replicaba en la pantalla su rol de marido y mujer.

Cuando Alfred Eaton (Newman) regresa a casa de sus padres tras haber participado en la Segunda Guerra Mundial, se encuentra con un panorama desolador: una madre alcohólica y adúltera (Myrna Loy) y un padre autoritario y eternamente malhumorado (Leon Ames) que no ha superado la muerte de su hijo mayor y espera (y aun exige) que Alfred trabaje con él dirigiendo la fábrica familiar. Pero el joven tiene sus propios planes, por lo que pronto emprende el vuelo en busca de nuevos horizontes con la firme decisión de hacer fortuna.



Ni que decir tiene que, con semejante planteamiento, los personajes obedecen a una lógica bastante plana, de modo que Mary St. John (Woodward), sus padres y el clan de los MacHardie responden a un perfil arrogante, incluso reaccionario, que promueve sacrificar la propia felicidad en aras de la estabilidad empresarial, mientras que en el hogar de los Benzinger, en cambio, se respira una cordialidad, ajena al pragmatismo neoyorquino, que enseguida seduce a Alfred. Sobre todo cuando descubre en Natalie (Ina Balin) la ternura que hasta entonces no había conocido.

En realidad, de lo que habla la película es de cómo los matrimonios de conveniencia garantizan la buena marcha de los negocios, aunque rara vez proporcionen la felicidad. Y de cómo el divorcio es un gran invento que, en las sociedades modernas, permite deshacer los compromisos adquiridos para, si se presenta la ocasión, volverse a casar después, a ser posible por amor. Asimismo, y en última instancia, la cinta también encierra una profunda reflexión en torno a la idea de que en la vida no todo pasa por el éxito profesional, sino que más vale rodearse de gente con principios antes que venderse para llegar a lo más alto.



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