domingo, 14 de agosto de 2022

Náufrago (2000)




Título original: Cast Away
Director: Robert Zemeckis
EE.UU., 2000, 144 minutos

Náufrago (2000) de Robert Zemeckis


Son varias las razones que acreditan que, además de exitoso blockbuster en el momento de su estreno, Cast Away (2000) ha terminado convirtiéndose también en un clásico moderno. Cualidades no le faltan, de hecho, a una película magistralmente interpretada por Tom Hanks bajo la dirección de un Robert Zemeckis que sabía perfectamente lo que se traía entre manos.

Aun así, un análisis superficial de la cinta pudiera llevar a error a quien juzgue que en ella se abordan única y exclusivamente los avatares de un náufrago. Porque, al margen de la historia de superación a la que debe hacer frente el protagonista en su empeño por sobrevivir y luego abandonar una isla desierta en mitad del Pacífico, cabe sumar múltiples detalles, propios de una gran película.



A este respecto, resulta particularmente entrañable la relación que se establece entre Chuck y Wilson, un simple balón de voleibol que se convierte en su amigo imaginario mientras dura la reclusión en el islote. En esa misma línea, la ballena que escolta la singladura de Chuck en alta mar parece una referencia más o menos explícita al mito de Jonás, tal vez a la virtud de la paciencia. Aunque todavía más sutiles son las caras que pone Chuck cuando, tras haber sido rescatado, se queda mirando fijamente un encendedor de cocina o una simple navaja multiusos: utensilios cotidianos que en la isla habrían resultado de vital importancia y que ahora observa con una mezcla de añoranza y estupor.

De todos modos, Cast Away aborda abiertamente una serie de cuestiones sobre el destino y sus múltiples incógnitas. De ahí que la acción empiece y acabe en un cruce de caminos. A fin de cuentas, el motivo del naufragio no deja de ser una metáfora bastante ilustrativa a propósito de hasta qué punto nuestras vidas, eternamente expuestas a infinitos imprevistos, van a la deriva en el mar de la existencia. Por eso Chuck Noland, un ejecutivo de FedEx obsesionado con tenerlo todo bajo control, encarna mejor que nadie el absurdo afán perfeccionista del hombre de hoy en día.



8 comentarios:

  1. Como señalas, una película más profunda de lo que parecería a simple vista.

    Un abrazo.

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    1. No sólo es una versión actualizada de Robinsón Crusoe, sino que también aborda temas como la soledad del ser humano en la teórica aldea global o nuestra insignificancia frente al destino.

      Un abrazo.

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  2. En efecto, una película cargada de metáforas.

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    1. Por ejemplo la isla, que es como una especie de cura de humildad para el personaje de Tom Hanks.

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  3. Hola Juan!
    Me encanta desde el primero hasta el ultimo de sus fotogramas. No toco ni una coma a tu critica, la suscribo y la aplaudo. Te contare algo, siendo muy niño en la playa me gustaba jugar a veces a que era un naufrago, me explico, me ponía en la orilla con el agua por la cintura y fantaseaba con que había sobrevivido a un naufragio y llegaba a una isla desierta, trataba de llegar a tierra firme, avanzaba casi a gatas el tramo final y al llegar a la arena me desplomaba por el cansancio. Bueno, luego también hacia castillos y demás...jeje
    Dime una cosa, ¿estamos ante una sucesión de entradas con islas de por medio?...
    Saludos!

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    1. Ah, la infancia... Ésa es la única patria en la que creo. Tu recuerdo jugando a orillas de la playa es un bonito regalo que enriquece esta entrada. Muchas gracias, Fran. Y respecto a tu pregunta, pues más o menos: más que de islas, la cosa va de supervivencia en la naturaleza salvaje.

      Saludos y hasta pronto.

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  4. Clásico moderno! Eso es.
    Me ha gustado tu respuesta a Fran, en varios aspectos.

    Abrazos

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    1. Gracias, Frodo. En realidad, los blogueros tenemos también algo de náufragos, pues cada entrada que publicamos no deja de ser como un mensaje en una botella que lanzamos a la red oceánica a la espera de que alguien lo reciba.

      Un abrazo.

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