viernes, 26 de agosto de 2022

Encuentros privados (1996)




Título original: Enskilda samtal
Directora: Liv Ullmann
Suecia, 1996, 126 minutos

Encuentros privados (1996) de Liv Ullmann


Enésimo ejercicio bergmaniano de introspección, esta vez dirigido por una de sus musas, la actriz y cineasta Liv Ullmann, Enskilda samtal (1996) fue, además, la última entrega de una trilogía sobre los padres del cineasta sueco que había comenzado con Las mejores intenciones (Den goda viljan, 1992) y Niños del domingo (Söndagsbarn, 1992). A todo esto, conviene aclarar que, en un principio, se trató de una serie televisiva de más de tres horas de duración de la que más tarde se llevaría a cabo un montaje reducido para su exhibición en salas comerciales.

La trama se estructura en cinco conversaciones (los "encuentros privados" a los que alude el título español) que tienen lugar a lo largo de varios años, yendo adelante y atrás en el tiempo. Y en cada uno de dichos coloquios participa siempre Anna, trasunto de la madre de Bergman, interpretada por Pernilla August. La clave de su desazón es la infidelidad que ha cometido con otro hombre, así como los inconvenientes que se derivan del hecho de que la adúltera esté casada con un sacerdote protestante (Samuel Fröler).



Por otra parte, el enorme ascendente que ejerció sobre la joven Anna la figura de su tío Jacob (Max von Sydow) tendrá consecuencias nefastas en la vida íntima de una mujer excesivamente atenta a los mandatos de su confesor. El caso es que Anna finalmente cede a las presiones y acaba manifestándole al marido que su matrimonio ya no funciona.

A diferencia de la angustia existencial que desprenden los filmes de su maestro, la puesta en escena de Liv Ullmann deja entrever una mayor benevolencia hacia sus personajes. O al menos ésa es la impresión que provoca en el espectador la particular forma que tiene la directora de exponer unos hechos cuyo carácter retrógrado se beneficia enormemente de su sensibilidad femenina. Sea como fuere, la presencia de Sven Nykvist en la dirección de fotografía, así como el minucioso diseño de producción a cargo de Mette Möller confieren al conjunto un inconfundible toque Bergman.



2 comentarios:

  1. Desde luego, desde los temas que trata hasta la puesta en escena.

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