sábado, 9 de enero de 2016

El fantasma y doña Juanita (1945)




Director: Rafael Gil
España, 1945, 64 minutos

El fantasma y doña Juanita (1945) de Rafael Gil


Pocas cosas hay más patéticamente conmovedoras que un payaso que no haga reír. Como en la célebre aria "Vesti la giubba" de la ópera I Pagliacci de Rugiero Leoncavallo. En Mañana (José María Nunes, 1957) es lo que le sucedía, por ejemplo, al clown interpretado por José Sazatornil. Aunque una década antes ya se había planteado una situación similar en El fantasma y doña Juanita.

Basada en la novela El romance del fantasma y doña Juanita (1927), del gaditano José María Pemán, la versión cinematográfica que dirigió Rafael Gil contó con los servicios del autor en calidad de guionista y un reparto encabezado por Antonio Casal y Mary Delgado.

La acción transcurre en Villaclara, una ficticia ciudad de provincias en la que los diarios locales tienen el placer de anunciar en los ecos de sociedad la petición de mano de Rosita Izquierdo por parte del industrial don Serafín González. Este último ni siquiera aparecerá como personaje, pero a juzgar por la fotografía que publica el periódico no puede decirse que hiciera muy buena pareja con la muchacha.

Porque, razón de más es señalarlo, Rosita ya tiene otro pretendiente, del que realmente está enamorada. Así que cuando su tía los sorprenda flirteando en el jardín montará en cólera y, acto seguido, (tras echar a la calle al pobre José) le explicará a su sobrina un hecho acaecido durante su juventud que marcaría para siempre el resto de su vida. El filme se organiza, pues, como un larguísimo flashback / confidencia al estilo de Primavera (Robert Z. Leonard, 1937) o Titanic (James Cameron, 1997).

La vivencia en cuestión tuvo que ver con la llegada a Villaclara, muchos años atrás, del Gran Circo Alegría bajo la dirección de Pierre Brochard (francés algo malcarado al que da vida Juan Espantaleón). Una de sus "diez formidables atracciones" es el payaso Tony, ése que decíamos antes que no tenía mucha gracia (qué curioso: el actor que lo interpreta tampoco...)

Juanita y él se conocerán un día que coinciden visitando una ermita, aunque Tony (avergonzado de su condición de artista de la farándula) le dirá que se llama Antonio Ruiz y se hará pasar por el gerente del circo. De manera que la chica se acaba enamorando de un "fantasma", habida cuenta que a consecuencia del fatídico incendio del circo nunca sabrá que Antonio y Tony eran la misma persona.

Otros secundarios que intervienen son Juan Calvo (el cura don Elpidio), Alberto Romea (el erudito y pelmazo boticario don Laureano Izquierdo, padre de Juanita), Pepe Isbert (don Pancho) y Camino Garrigó (la tan traída doña Juanita de marras). Podríamos citar también a la mona Micaela, que hace un papelazo junto a Antonio Casal: de hecho, le roba las escenas (lo cual tampoco era muy difícil).


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