sábado, 28 de enero de 2017

Una chica de opereta (1944)




Director: Ramón Quadreny
España, 1944, 77 minutos

Una chica de opereta (1944)


La novelista Concha Linares Becerra fue la autora del texto en el que se basa Una chica de opereta. A decir verdad, la adaptación cinematográfica dirigida por Ramón Quadreny para Cifesa no dejaba de ser un folletín, con muchacha pobre, hermanita enferma, padre anciano humillado por un patrón sin escrúpulos y demás ingredientes al uso. Y todo sublimado por el éxito que la protagonista acabará cosechando en los escenarios tras hacerse pasar por la severa y poco agraciada secretaria de un cantante de moda del que termina enamorándose, no sin antes revelar su auténtica y desbordante belleza.



Josita Hernán, en el papel de Silvia Navarro, y Luis Prendes, como Armando d'Olbés, encabezaban un reparto completado por Pepe Isbert y Fernando Fernán Gómez. A los que se añadió la música de José Ruiz de Azagra y una buena ración de valses y canciones con gorgoritos para confeccionar el típico musical escapista de nuestra posguerra. Poco importaba lo superficial del argumento o la inverosímil caracterización de la Hernán (anticipándose en muchos años a Betty la fea): aquí lo principal era hacer olvidar al espectador, durante hora y cuarto, las cartillas de racionamiento, el estraperlo y demás contrariedades de la engorrosa España autárquica en blanco y negro.

A tal efecto, la historia de una cenicienta llena de determinación que se lanzaba a recorrer media Europa con tal de vengar la memoria de su padre, devolviéndole la bofetada al hijo del empresario que se había apropiado de unas composiciones con las que ella misma acabará triunfando, suponía el mejor reconstituyente para reconfortar las sufridas retinas patrias tras la reciente conflagración nacional.


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