martes, 3 de enero de 2017

El hincha (1958)




Director: José María Elorrieta
España, 1958, 73 minutos

El hincha (1958) de J.Mª Elorrieta


Que el deporte rey recibe ese nombre porque mueve pasiones queda más que claro en El hincha, amable comedia dirigida por José María Elorrieta a finales de los años cincuenta y protagonizada por Ángel de Andrés. 

Nicolás vive las veinticuatro horas del día por y para el fútbol, prestando atención especial al Centella, equipo de sus amores y rival acérrimo de la Unión, y a la peña de aficionados La Madrileña. A tal punto llega su obsesión balompédica que en la oficina está más pendiente de comentar con los compañeros las jugadas polémicas que no de atender al público. Como consecuencia, tanto él como don Gregorio, su inmediato superior (Antonio Riquelme), son despedidos. El resto de la trama consistirá en cómo se las ingenian el bueno de Nicolás y sus amigotes para poder costearse el viaje a Sevilla, donde el Centella debe disputar el próximo partido.

"¡Centella, Centella! ¡Ra-ra-rá!"

Al margen de que el guion pueda parecer previsible e independientemente de lo planos que son los personajes, el paso del tiempo ha jugado a favor de una película que muestra la vertiente entrañable del fútbol mucho antes de que se convirtiera en fenómeno mediático y nido de horteras tatuados. En ese sentido, El hincha sale sin duda ganando en la comparación, con su humor blanco y el ambiente sano que se respira entre los forofos.

Es, por otra parte, bastante ingenioso el prólogo que encabeza el filme, con la "retransmisión" incluida de un hipotético partido prehistórico entre trogloditas. Lo cual, unido al personaje de doña Amalia, la suegra de Nicolás (interpretada por Mary Santpere), contribuye a subrayar el carácter caricaturesco de una cinta concebida como si de un tebeo se tratase. Sus personajes, carentes por completo de cualquier tipo de inquietud intelectual, son felices única y exclusivamente con la fidelidad a los colores de su equipo. Algo que, por otra parte, resultaba enormemente hábil a la hora de evitar problemas con la censura, ya que se puede extraer entrelíneas, si se quiere, una cierta lectura crítica de El hincha, aunque, al mismo tiempo, la realidad es que la imagen que proyectaba de los españoles y de su obcecada afición por el fútbol es la que le convenía al régimen de Franco.

En la Edad de piedra ya se practicaba el futbo-litos

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