viernes, 20 de marzo de 2015

Alondras en el alambre (1969)




Título original: Skrivánci na niti
Director: Jirí Menzel
Checoslovaquia, 1969 (estrenada en 1990), 94 minutos

Alondras en el alambre (1969) de Jirí Menzel


La escritora Teresa Pàmies solía comentar que los checos son gente muy instruida, de un nivel cultural destacable. Y si lo decía era, sin duda, con total conocimiento de causa, ya que durante varios años residió exiliada en Praga. De las inquietudes intelectuales y políticas que se vivían en dicho país durante el periodo comunista da buena cuenta Alondras en el alambre, la película que Jirí Menzel rodó en 1969 como ejemplo representativo de la Primavera aperturista, pero que sería inmediatamente secuestrada por las autoridades: de hecho, su director permanecería cinco años inhabilitado y la película prohibida durante más de veinte.

Pero, ¿a qué fue debido tanto revuelo? Quizá si pasamos a comentar su argumento se vea más claro: hacia 1950, durante los severos procesos de "rectificación" llevados a cabo por los comunistas, un conjunto de personajes represaliados muy particular es enviado a una fundición en la ciudad de Kladno para que reciclen los restos del antiguo orden y fabricar con ellos nuevos tractores y herramientas. Alondras en el alambre hace referencia, por consiguiente, al tratamiento que recibían los antiguos elementos burgueses sospechosos: un profesor, un saxofonista y un lechero, en este caso, que han sido destinados a dicho depósito de chatarra para obtener su rehabilitación.

Resulta, a tal efecto, especialmente llamativo el punto de vista cáustico que posee esta brigada de trabajadores. Sobre todo en contraste con el grupo de prisioneras siempre sonrientes que también están allí condenadas a trabajos forzados. Y en medio de estos dos grupos que inevitablemente se sentirán atraídos se perfila la figura de un torpe guardián incapaz de impedir la bella historia de amor que acaba surgiendo entre la prisionera Jitka y Pavel el cocinero.

Como queda claro, demasiada ironía para un régimen autoritario que no podía tolerar que se cuestionasen sus métodos. Luego vendrían los tanques soviéticos y, más tarde todavía, el restablecimiento de las libertades democráticas tras la caída del muro de Berlín. Cuando finalmente se pudo estrenar en el festival de cine de esa misma ciudad en 1990, Alondras en el alambre obtendría el Oso de Oro.

La novia acabará bañada en vino
"La chatarra de hoy serán tractores mañana"
Andel, el guardián, absorto
El joven cocinero Pavel y la prisionera Jitka

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