viernes, 15 de octubre de 2021

Juana la Loca... de vez en cuando (1983)




Director: José Ramón Larraz
España, 1983, 87 minutos

Juana la Loca... de vez en cuando (1983)


Hace falta ser español para atreverse con un engendro como Juana la Loca... de vez en cuando (1983). Es más: hace falta también tener una cierta edad. E incluso una marcada afición por las cosas antiguas. Si no, resulta improbable que un espectador de hoy en día sea capaz de aguantar semejante sarta de disparates sin aburrirse soberanamente. Más que nada porque la comicidad de la mayor parte de situaciones, basada en el puro anacronismo, remite a referentes muy del momento en que se rodó la película. De ahí que los diálogos, obra de Juan José Alonso Millán, aparezcan repletos de alusiones a los personajes que conformaban la actualidad política y social en la España de principios de los ochenta.

Por consiguiente, y por más que, en apariencia, nos hallemos ante una "recreación" histórica que parodia las antiguas producciones CIFESA, lo cierto es que se trataría, más bien, de un producto cuyas raíces se hunden en subgéneros del teatro popular como la farsa, el sainete o la revista musical. O, dicho con otras palabras: las intrigas palaciegas en la corte de los Reyes Católicos no son más que un pretexto para satirizar lo que en aquel lejano 1983 estaba a la orden del día, ya fuese la llegada al poder de los socialistas, la implantación de las autonomías o el peso del Opus Dei en las altas esferas de la vida pública.



Los mejores cómicos de su generación, en su mayoría viejas glorias en horas bajas, se daban cita en un filme sin mayor pretensión que arrancarnos una sonrisa. Así pues, irán desfilando por la pantalla Juanito Navarro como Cristóbal Colón, Fernando Fernán-Gómez en un brevísimo papel de corsario inglés, Manolo Gómez Bur haciendo de Cardenal Cisneros o Paloma Hurtado metida a díscola infanta republicana. Capitaneados todos ellos por una salerosa Lola Flores y el siempre genial José Luis López Vázquez: católicas (y peculiares) majestades que se van a ver acuciadas por el inquisitivo Torquemada (Quique Camoiras) o los fatales amoríos de su hija Juana (Beatriz Elorrieta) con Felipe el Hermoso (Jaime Morey).

"De la Historia nos reímos […] España, España, ¡qué buena gente! ¡España, España, es diferente!" O eso canta, al menos, la comparsa que desfila como séquito de la protagonista en la escena final. Visión desenfadada de unos personajes y hechos, sacralizados durante décadas por la historiografía oficial del régimen, con los que la recién estrenada democracia quería marcar distancias. Buena prueba de ello fueron, por aquellas mismas fechas, otras producciones de similar formato, como, por ejemplo, El Cid Cabreador (Angelino Fons, 1983) o Cristóbal Colón, de oficio... descubridor (Mariano Ozores, 1982).



6 comentarios:

  1. Una sucesión de Sketch que pueden hacer más o menos gracia.

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    1. Está bien que utilices la palabra "sketch", ya que hoy en día se siguen haciendo cosas remotamente parecidas en televisión. ¿Quién no recuerda a José Mota o a los Morancos disfrazados de algún personaje histórico?

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  2. Pues ésta no lo sé, pero la de Cristóbal Colón me le recomendó un compañero de trabajo sin duda más interesado en la política que en el cine. Dijo que era buenísima y destacó un gag en que alguien dice que le está "haciendo un jersey a Marcelino Camacho". No he tenido valor para ver ninguno de estos títulos.

    Un abrazo.

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    1. Ni tú ni mucha gente, Ricard. Aunque a mí siempre me puede la curiosidad.

      Un abrazo.

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  3. Hola Juan!
    Esta la vi en el cine en su estreno y jamás volví a sentir interés en revisarla. Por cierto, la de "Cristobal Colón..." que mencionas y a la que Ricard hace referencia, recuerdo que fue muy exitosa en su estreno, es mas, durante años fue la película mas taquillera del cine español, vista hoy cuesta digerirla.
    Saludos!

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    1. Bueno, eso de "la más taquillera" no sé si es una virtud o más bien un mal síntoma. En todo caso, ahí quedan esas películas para la posteridad como ejemplo de lo que fuimos o de lo que aún somos.

      Saludos.

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