domingo, 16 de junio de 2019

Pacto tenebroso (1948)




Título original: Sleep, My Love
Director: Douglas Sirk
EE.UU., 1948, 97 minutos

Pacto tenebroso (1948) de Douglas Sirk


Una mujer se despierta a bordo de un tren en marcha al que no recuerda haber subido... Sin lugar a dudas, el arranque de Sleep, My Love (1948) es de los que invitan a quedarse enganchado frente a la pantalla de principio a fin del relato. Sobre todo si se tiene en cuenta que tras semejante planteamiento se halla la mano del maestro Douglas Sirk, uno de los grandes de la época dorada de Hollywood.

Y es que el director alemán acierta a sacarle el máximo partido a un guion que, pese a contener la mayoría de lugares comunes del género, consigue generar intriga. De hecho, hay determinados elementos de la trama que pueden recordar enormemente a Suspicion (1941) de Hitchcock o incluso a Gaslight (1944) de George Cukor. Así, por ejemplo, el detalle de administrar el narcótico mezclándolo con una taza de chocolate caliente se asemeja, y mucho, al vaso de leche que Cary Grant le preparaba a Joan Fontaine en la primera de las mencionadas películas.



Antes de encarnar al matrimonio Courtland, Claudette Colbert (Alison) y Don Ameche (Richard) ya habían colaborado previamente en filmes como Midnight (1939) de Mitchell Leisen, lo cual da fe de la química existente entre ambos intérpretes. Aquí se meten en la piel de un marido pérfido, fuertemente influido por las malas artes de su amante Daphne (Hazel Brooks), y una esposa vulnerable que suerte tiene de que se cruce en su camino el afable Bruce (Robert Cummings).

Aunque el verdadero atractivo de la trama reside en el uso que se hace de la hipnosis como recurso dramático a la hora de manipular la voluntad de la frágil Alison. En este sentido, el inquietante Vernay (George Coulouris), con sus gafas de concha, se acaba erigiendo en el verdadero factótum al servicio de los malévolos designios de Richard y la veleidosa Daphne.


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