jueves, 27 de junio de 2019

Carmen Jones (1954)




Director: Otto Preminger
EE.UU., 1954, 105 minutos

Carmen Jones (1954) de Otto Preminger


A lo largo de su ya de por sí extensa filmografía, frecuentemente marcada por abordar temáticas de fuerte contenido social, Otto Preminger se enfrascó, hasta en dos ocasiones, en la realización de un musical, género a priori alejado de sus intereses como cineasta. Y, lo que son las cosas, en ambos filmes el reparto estuvo formado íntegramente por actores afroamericanos, siendo, uno y otro, la adaptación de grandes clásicos: la Carmen de Bizet y Porgy and Bess (1959) de Gershwin.

Aunque si hubiera que quedarse con una de las muchas virtudes que posee Carmen Jones, tanto el libreto de Oscar Hammerstein II como la película de Preminger, ésta sería, sin lugar a dudas, la exacta extrapolación del universo romántico que imaginara Mérimée al complejo contexto racial del sur de los Estados Unidos. Así pues, lo que en la novela eran cigarreras y toreros se convirtió, primero en los escenarios de Broadway y después en la pantalla, en obreras de una fábrica de paracaídas y un ring de boxeo.



Siguiendo esa misma lógica, Escamillo es el héroe del cuadrilátero Husky Miller (Joe Adams) y Micaela, la prometida de don José, se transforma en la ingenua Cindy Lou (Olga James). Nombres que mantienen la sonoridad del original en el que están inspirados y al frente de los cuales refulge la apasionada pareja protagonista, compuesta por Joe (Harry Belafonte) y la ardiente Carmen Jones, a la que dio vida Dorothy Dandridge (1922–1965). Ésta última, unida sentimentalmente a Preminger, también trabajaría a las órdenes del director en la ya mencionada Porgy and Bess, además de convertirse, gracias a su papel de mujer fatal, en la primera actriz de raza negra nominada al Óscar.

Pese a tratarse de una producción de bajo presupuesto, el filme que nos ocupa (estrenado ya muy tardíamente en Francia, cuna del propio Bizet, a causa del pleito interpuesto por los herederos de Halévy y Meilhac, molestos con que se alterase la letra del texto original) posee, sin embargo, el aliciente de contar con unos títulos de crédito diseñados por el siempre creativo Saul Bass.


2 comentarios:

  1. M'agradava molt la Dandridge, va morir força jove, per desgràcia.

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  2. I tant: de fet hi ha qui ha comparat el seu ascens meteòric i final abruptament tràgic amb el de la Marilyn.

    Salutacions i bon estiu.

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