miércoles, 11 de julio de 2018

Los comulgantes (1963)




Título original: Nattvardsgästerna
Director: Ingmar Bergman
Suecia, 1963, 81 minutos

Los comulgantes (1963)

Intentar comentar a estas alturas Los comulgantes de Bergman sería como pretender añadir algo nuevo a propósito del misterio de la Santísima Trinidad: se han dicho ya tantas cosas al respecto de un filme tan sumamente áspero y hermético que sobran las palabras donde sólo reina el silencio. "El silencio de Dios", como se ha dado en denominar a la trilogía que forma esta cinta junto a Como en un espejo (1961) y El silencio (1963), aunque en términos culturales habría que hablar mejor de un "silencio nórdico" que conecta el ascetismo de las imágenes filmadas por el cineasta sueco con una similar sobriedad ya ensayada en el pasado por el danés Dreyer.

Aun así, y puestos a establecer paralelismos, hay algo unamuniano en el pastor protestante al que da vida Gunnar Björnstrand: como sucede con el protagonista de San Manuel Bueno, mártir, a Tomas Ericsson lo acosa una crisis de fe galopante que ejemplificaría, parafraseando otro título del escritor vasco, un vertiginoso "sentimiento trágico de la vida". De modo que, muerta su esposa e incapacitado para compartir el amor que le ofrece la maestra de escuela Märta (Ingrid Thulin), apenas hallará alivio en una práctica religiosa que para él se ha convertido en huera rutina.



Frustración que se hará extensiva a algunos de sus feligreses, caso del pescador Jonas Persson (Max von Sydow), acuciado por una pesadumbre aún más apremiante, si cabe, que la del párroco, quien no podrá impedir con sus palabras de consuelo que el hombre acabe optando por tomar una drástica decisión a orillas del río.

Begman, deudor de sus orígenes teatrales, llamó pieza de cámara al ejercicio llevado a cabo en esta película, donde a la austeridad del espacio, luminosamente fotografiado por su fiel colaborador Sven Nykvist, se unía la contención de un reducido elenco de actores: los ya mencionados Björnstrand, Thulin, von Sydow (además de Gunnel Lindblom o Allan Edwall), también habituales de sus filmes.


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