jueves, 16 de julio de 2015

Noche en la ciudad (1950)














Título original: Night and the City
Director: Jules Dassin
Reino Unido, 1950, 101 minutos

Noche en la ciudad (1950) de Jules Dassin

Night and the city. The night is tonight, tomorrow night… or any night. The city is London...

Con estas palabras arranca la acción de Noche en la ciudad, la primera película que Jules Dassin se vería obligado a rodar fuera de Estados Unidos como consecuencia de la persecución a la que él y otros directores se vieron sometidos a raíz de la "caza de brujas" desatada por el Comité de Actividades Antiamericanas durante el Macarthismo.

Rodada en Londres en escenarios reales, se centra en las correrías de Harry Fabian (interpretado magistralmente por Richard Widmark) un timador de poca monta que no cesa de soñar con el golpe definitivo que le haga triunfar de una vez por todas. Pero Harry no es un tipo realista, pues lo suyo es fantasear y poco más. Como dice su vecino Adam (Hugh Marlowe): "Harry es un artista, pero sin arte".

Su pareja (la bella Mary, encarnada por Gene Tierney) toca mucho más con los pies en el suelo y por eso ahorra laboriosamente lo que va ganando en el local en el que trabajan ambos. Ese dinero, que Harry intenta arrebatarle en más de una ocasión, será fuente de continuas disputas. Harta de sus mentiras, Mary llegará a decirle, cuando lo pilla con las manos en la masa: "Harry, ¿sabes lo que estás haciendo? Me estás matando: me estás matando a mí y a ti mismo". Harry Fabian, sin embargo, es un perdedor. Y así se lo hará ver Mary desesperada: "Harry. Harry. Podrías haber sido lo que tú quisieras. Cualquier cosa. Tienes talento... ambición. Has trabajado más duro que diez hombres juntos. Pero en las cosas equivocadas. Siempre en las cosas equivocadas..."

Y creer que puede hacerse con el control del negocio de la lucha libre en Londres es otra de sus quimeras, la última y más dolorosa. Por cierto que, a propósito de lucha, la tremenda brutalidad de los combates que veremos en Noche en la ciudad evoca el violento contacto físico que solían tener las peleas en muchos de los trabajos americanos de Fritz Lang.

Como ya señalara el crítico Michael Atkinson, formalmente esta es una película que recuerda al estilo de Orson Welles por su profusión de ángulos picados y contrapicados o el uso de la técnica del claroscuro. Asimismo, la atípica composición del encuadre de muchos planos es igualmente de inspiración wellesiana, con la acción repartida simultáneamente en diferentes espacios y valiéndose de la profundidad de campo. También tiene algo de El tercer hombre, y no solo porque el malo de la peli se llame Harry sino porque la acción es esencialmente nocturna y porque se utilizan espacios naturales londinenses para rodar (a menudo mediante un gran plano general, como cuando vemos a Richard Widmark huyendo por la ciudad al inicio del film) al igual que ya hiciera Carol Reed con Viena.

En 1992, Irwin Winkler dirigió un remake de esta misma película titulado La noche y la ciudad, protagonizado por Robert De Niro y Jessica Lange, que trasladaba la acción hasta Nueva York.

La influencia de Orson Welles parece innegable
Otro de los planos insólitos del film
Gregorius (Stanislaus Zbyszko) y Nikolas de Atenas (Ken Richmond)
Noche en la ciudad (1950) se rodó en escenarios reales de Londres

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