sábado, 24 de agosto de 2019

God Help the Girl (2014)




Título en español: Que Dios proteja a esta chica
Director: Stuart Murdoch
Reino Unido, 2014, 112 minutos

God Help the Girl (2014) de Stuart Murdoch


Tras veinte años al frente de los escoceses Belle & Sebastian, Stuart Murdoch decidió probar fortuna como cineasta con un musical juvenil que destila delicadeza por los cuatro costados. La misma sensibilidad indie de las letras de sus canciones, pero puesta ahora al servicio de una entrañable historia en la que tres tardoadolescentes se empeñan en hacer realidad el sueño de formar un grupo.

Es muy probable que ni Eve (la australiana Emily Browning) ni James (Olly Alexander) ni Cassie (Hannah Murray) tengan demasiado en común más allá del firme deseo de darle algún sentido a sus propias vidas. Tal y como afirma James, que es un poco el ideólogo de la banda y verdadero héroe del filme: "Yo no es que tenga nada en contra de la gente: lo único que ocurre es que no soporto la idiotez colectiva..."



En ese sentido, los protagonistas de God Help the Girl parece que se encuentren más allá del tiempo. Y, aunque se vea algún que otro móvil en dos o tres ocasiones, lo cierto es que los chicos se comportan como si viviesen en un mundo analógico de casetes y programas de radio. De hecho, casi se podría afirmar que la película, en su conjunto, es un sentido homenaje a la estética de los ochenta y aun de los setenta o los sesenta, como la escena en la que Eve pone un vinilo en su tocadiscos portátil a orillas del río.

También se abordan, sin embargo, otros temas más actuales, caso de la anorexia de Eve, contrapunto realista frente al verano de ensueño en el que se desarrolla la acción. En cualquier caso, la ópera prima de Stuart Murdoch no sólo recoge el testigo de producciones inmediatamente anteriores como la sueca We Are the Best! (¡Somos las mejores!, 2013) de Lukas Moodysson, sino que influiría decisivamente en otros títulos que vinieron después, inspirados por un similar espíritu revival, como Sing Street (2016) de John Carney.


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