jueves, 22 de agosto de 2019

Profundamente en mi corazón (1954)



















Título original: Deep in My Heart
Director: Stanley Donen
EE.UU., 1954, 132 minutos

Profundamente en mi corazón (1954) de Stanley Donen

Lejos de ser un proyecto personal de Stanley Donen, Deep in My Heart fue, básicamente, un encargo de la Metro en el que la biografía del compositor de origen húngaro (vienés, según el filme) Sigmund Romberg (1887–1951) servía como excusa para insertar, a veces con calzador, una serie de números de baile protagonizados por las estrellas más rutilantes de dichos estudios, desde Gene Kelly (por primera, y única, vez en compañía de su hermano Fred) hasta Cyd Charisse, pasando por Howard Keel o Ann Miller.

De modo que la estructura adolece de una falta de coherencia que, más que un defecto, constituía la tónica general en no pocos musicales de aquel período. Con todo, no es ése el principal inconveniente que se le puede recriminar a la película, sino que, en opinión de muchos, fue la elección como protagonista del actor José Ferrer lo que impidió que Deep in My Heart alcanzase la notoriedad de otras producciones por el estilo. Para qué nos vamos a engañar: el puertorriqueño era, sin duda, un intérprete excepcional, pero cantar y bailar no fueron nunca sus habilidades más destacables...



Asimismo, a según quién le podría rechinar —aunque esto, como tantas cosas, es opinable— el tono excesivamente patriotero de algunas canciones compuestas por Romberg, como es el caso, por ejemplo, de "Your Land and My Land" (al que pertenece la fotografía anterior), interpretada por Howard Keel y procedente del musical My Maryland (1927).

Sin embargo, y a pesar de todo lo hasta aquí expuesto, conviene resaltar la enorme belleza de algunas de las coreografías. Sobre todo de la protagonizada por Cyd Charisse, "The Desert Song": una estilizada filigrana de inspiración arábiga cuya principal virtud reside en el erotismo latente de los movimientos que unen a la susodicha con su partenaire, James Mitchell.


2 comentarios:

  1. Que tal Juan!
    A veces paso por alto ciertos aspectos pues la verdad que muchos de esos numeros musicales de esta y otras peliculas del genero bien valen la pena. ¡Menudas piernas tenia esta mujer!... Ese numero es una delicia y Charisse esta maravillosa.
    Saludos!

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    1. Desde luego, una película de este tipo, pese a sus imperfecciones y lo deslavazado de su estructura, se salva gracias a números tan sugerentemente sensuales como el de Cyd Charisse.

      ¡Un abrazo, Fran!

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