miércoles, 16 de septiembre de 2015

No profanar el sueño de los muertos (1974)




Título original: Non si deve profanare il sonno dei morti
Director: Jorge Grau
España/Italia, 1974, 93 minutos

No profanar el sueño de los muertos (1974)


Se la ha comparado a menudo con La noche de los muertos vivientes, de la que se dijo que era prácticamente una versión en color, pero No profanar el sueño de los muertos es por méritos propios uno de los films de terror de culto más recordados del cine español. Muy en la línea de las producciones de zombis de la época, la película contó con la participación de Juan Cobos (colaborador habitual de Orson Welles) como coguionista y de José Lifante (secundario de rostro habitual en infinidad de producciones españolas, que interpreta a Martin West) y Fernando Hilbeck (el vagabundo ahogado Guthrie Wilson) en el reparto, aunque también con estrellas internacionales como Arthur Kennedy en el papel de inspector de policía.

Quizá porque su director, Jorge Grau, es catalán, No profanar el sueño de los muertos corresponde literalmente a lo que en aquella lengua se denomina película de sang i fetge (es decir, de "sangre e hígado"), a juzgar por cómo tratan e incluso devoran los resucitados a sus víctimas. Es este, pues, un film visualmente impactante, rodado en Inglaterra y continuador de una tradición de cine de terror que nace con Frankenstein y que basa su efectismo en elementos de tipo seudocientífico. En este caso, el desencadenante de los hechos serán unas vibraciones ultrasónicas emitidas en fase experimental con la finalidad de acabar con todos los insectos parásitos en varios kilómetros a la redonda, pero con unos imprevisibles y devastadores efectos secundarios.

Cristina Galbó y Ray Lovelock

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