sábado, 14 de enero de 2023

El hijo de Robin Hood (1958)




Título original: Son of Robin Hood
Director: George Sherman
Reino Unido, 1958, 81 minutos

El hijo de Robin Hood (1958)


Ha transcurrido una década desde que el mítico Robin Hood pasara a mejor vida, por lo que el pérfido duque Des Roches (David Farrar) ambiciona hacerse con el trono de Inglaterra. Los pocos Merry Men que aún siguen en activo deciden entonces volver a la carga, pero para ello necesitan un líder, así que mandan llamar al hijo de su antiguo cabecilla, que se ha criado en España. Sin embargo, la sorpresa será mayúscula cuando comprueben que el heredero del príncipe de los ladrones es, en realidad, una muchacha llamada Deering (June Laverick)…

Son of Robin Hood (1958) responde a un típico planteamiento genealógico cuyo objetivo no sería otro sino aportar savia nueva a la más que trillada historia del justiciero de la capucha verde. Lo malo es que lo que debía haber sido su principal baza (esto es, la condición femenina del sucesor) se acaba convirtiendo, en cambio, en un lastre por causa de su mal disimulada misoginia. Y es que, a pesar de todo, el equipo de guionistas no pudo sustraerse a la tentación de concederle el protagonismo a un hombre, en este caso Jamie (David Hedison), hermano del conde de Chester (Marius Goring) y al que tomarán por el verdadero hijo del malogrado arquero.



En líneas generales, la ambientación medieval de la película resulta más o menos convincente, así como las escenas de acción, repletas de refriegas cuerpo a cuerpo, si bien algunos decorados (en especial los "férreos" muros del castillo) salta a la vista que están hechos de cartón piedra. Minucias, si se tiene en cuenta que, aunque distribuida por la Twentieth Century Fox y rodada en Cinemascope, estamos hablando de una producción británica de serie b.

Curiosamente, se da la circunstancia de que el norteamericano George Sherman (1908-1991), cineasta especializado en este tipo de productos, ya había codirigido, junto a Henry Levin, una cinta de similar temática en la década de los cuarenta, El hijo de Robin de los Bosques (The Bandit of Sherwood Forest, 1946). Con todo, los años de experiencia no parecen haberle reportado mayor destreza en la puesta en escena y, salvo algún que otro apunte interesante —por ejemplo, el personaje de Lady Sylvia (Delphi Lawrence), especie de femme fatale del medievo—, los ochenta minutos de metraje discurren de forma más bien rutinaria.



6 comentarios:

  1. El planteamiento genealógico es bastante habitual en el género de aventuras. Que fuese una chica no deja de ser curioso.

    Un abrazo.

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    1. Curioso sí, aunque menos transgresor de lo que pudiera parecer a simple vista.

      Un abrazo.

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  2. Un personaje desaprovechado, el de ella.

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  3. Hola Juan!
    Desde luego el personaje ha dado mucho de si. Nunca pensé que hubiese tantas versiones. Al menos es un metraje digerible.
    Saludos y feliz semana!

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    1. Supongo que los justicieros levantan pasiones en todas las épocas y de ahí que la figura de Robin Hood no pase de moda.

      Saludos.

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