viernes, 11 de noviembre de 2022

Naufragios (1957)




Título original: Wraki
Directores: Ewa Petelska y Czesław Petelski
Polonia, 1957, 76 minutos

Naufragios (1957) de Ewa y C. Petelski


Historia de buzos y rencillas sentimentales, Wraki (1957) sitúa buena parte de su acción en alta mar e incluso en las profundidades submarinas. Se trata, por tanto, de un drama psicológico cuyo argumento gira en torno a una falsa acusación de negligencia con motivo de una arriesgada operación de rescate. Con el agravante de que los dos compañeros implicados en los hechos compiten por el amor de la misma mujer, lo cual suscita la sospecha de si Antoni Barnat (Zbigniew Józefowicz) habrá actuado premeditadamente contra la integridad física de su amigo y rival Rafał Grabień (Zbigniew Cybulski).

Una vez en tierra firme, los protagonistas retoman el pulso de sus respectivas existencias sumergiéndose ahora en el bullicio de los bailes populares o en una añorada paz hogareña tan placentera como efímera. Porque el deber apremia y, más pronto que tarde, la tripulación deberá regresar a su puesto a bordo del buque.



Sin embargo, la acción de la película arranca durante los días aciagos de la Segunda Guerra Mundial, con unos eufóricos oficiales nazis que cantan alegremente a voz en cuello, ajenos al destino funesto que les aguarda (o quizá porque lo intuyen). También en los primeros instantes, antes incluso de que se produzca el hundimiento del Adlerhorst, habremos visto a un tal Romek (Polański) llamar a la puerta de la bella Teresa (Urszula Modrzynska) para hacerle entrega de un paquete.

Aparte de su cuidada fotografía en color, lo más destacable de la cinta reside en la pericia del matrimonio Petelski a la hora de recrear el ambiente claustrofóbico que rodea la actividad profesional de unos hombres avezados a pasar largas temporadas en la soledad del piélago. A este respecto, resultan especialmente interesantes las escenas subacuáticas, en las que la respiración de los escafandristas, unida a la morosidad de sus movimientos en el fondo abisal, prefigura, con una década de antelación, los paseos espaciales de los astronautas de 2001: A Space Odyssey (1968).



4 comentarios:

  1. Así que hay escenas submarinas, con lo complicadas que son rodar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí: no sé cómo lo hicieron, pero quedaron bastante creíbles.

      Eliminar
  2. Hola Juan!
    Me estaba fijando en la luz y color de la fotografía, es realmente destacable. Con el mar me pasa lo mismo que con los trenes, cuando una trama se desarrolla o tiene como telón de fondo esos elementos ya me interesa. Esos trajes para inmersión son tremendos, aquí en el museo del mar de Vigo los puedes observar, sumergirse con ellos era un ejercicio de altísimo riesgo.
    Gracias por traerla.
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya me imagino. A mí me recuerdan a Julio Verne y el Nautilus.

      Saludos.

      Eliminar