domingo, 6 de noviembre de 2022

Nikodem Dyzma (1956)




Director: Jan Rybkowski
Polonia, 1956, 107 minutos

Nikodem Dyzma (1956) de Jan Rybkowski


Nikodem Dyzma (Adolf Dymsza) es apenas un aspirante a obtener trabajo en algún club nocturno de varietés, si bien lo rechazan por considerarlo excesivamente provinciano. Sin embargo, un giro inesperado del destino hará que encuentre en plena calle una invitación para cierto baile elegante, al que decide acudir con el objetivo de devolver la invitación y así ganarse una propina. Pero al llegar allí, ataviado con su frac, lo confunden con uno de los invitados y, gracias a su don de gentes, entabla relación con influyentes personalidades que lo catapultarán a las altas esferas del Estado.

El deshielo que siguió a la muerte de Stalin comenzó de inmediato a dar frutos visibles en la cinematografía polaca, hasta el extremo de que la novela más célebre de Tadeusz Dołęga-Mostowicz (1900–1939), largamente prohibida por las autoridades prosoviéticas, se llevó enseguida a la pantalla. El resultado fue una sátira política que ridiculiza la figura de un arribista atípico, hombre simple y bondadoso, aunque sin especiales dotes para el ejercicio de la política, que accede al poder más por ineficacia del sistema que por méritos propios.



En líneas generales, Nikodem Dyzma (1956) destaca por su tono bufo al servicio de la vis cómica, un tanto chaplinesca, del actor Adolf Dymsza (1900–1975), más conocido como "Dodek", quien había gozado de enorme popularidad antes de la guerra. De hecho, ése era el espíritu que la película aspiraba a recrear, huyendo de las formalidades del realismo socialista hasta entonces imperante.

En la práctica, dos generaciones de intérpretes (los veteranos curtidos en el cine de los años treinta y los jóvenes surgidos de la Escuela de Łódź, entre ellos Polanski, que aparece fugazmente haciendo de botones en un hotel) unieron sus esfuerzos para sacar adelante una producción cuyo impacto fue enorme en una sociedad ávida de aires renovadores y, al mismo tiempo, de reírse de sí misma y de sus gobernantes.



4 comentarios:

  1. Unos nuevos tiempos en los que no obstante, había que pisar con pies de plomo.

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    1. Fueron, sin duda, años convulsos para la sociedad polaca.

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  2. Hola Juan!
    Que buen arranque para una trama, ya me has despertado la curiosidad...
    Saludos!

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    1. Se trata de una película ciertamente interesante, insólita en aquel panorama desolador del realismo socialista.

      Saludos.

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