martes, 6 de abril de 2021

Un perro andaluz (1929)




Título original: Un chien andalou
Director: Luis Buñuel
Francia, 1929, 22 minutos

Un perro andaluz (1929) de Luis Buñuel


Esta película nació de la confluencia de dos sueños. Dalí me invitó a pasar unos días en su casa y, al llegar a Figueras, yo le conté un sueño que había tenido poco antes, en el que una nube desflecada cortaba la luna y una cuchilla de afeitar hendía un ojo. Él, a su vez, me dijo que la noche anterior había visto en sueños una mano llena de hormigas. Y añadió: "¿Y si, partiendo de esto, hiciéramos una película?"

Luis Buñuel
Mi último suspiro
Traducción de Ana María de la Fuente

Son varios los riesgos a los que uno se expone al comentar una obra de tal magnitud. Básicamente dos: volver a repetir lo que ya se ha dicho en infinidad de ocasiones a propósito del filme-manifiesto por excelencia del movimiento surrealista; y, en segundo lugar, enfrascarse en una penosa hermenéutica de la que ni los propios autores de las imágenes sabrían dar cuenta. Por otra parte, sería demasiado fácil caer en la tentación de limitarse a enumerar las secuencias más impactantes de la película (los burros muertos sobre los pianos, la mano cortada en el suelo, los curas arrastrados con una soga, la mariposa que luce una calavera sobre el lomo, etc.), aunque ello pudiera dar pie a una nueva disyuntiva no menos irresoluble: si el lector ya ha visto la película, ¿para qué contársela otra vez? Y si no la ha visto aún, ¿para que explicársela, privándole del placer de descubrirla por sí mismo?

Fervoroso alegato contra todo lo establecido, provocadoramente revolucionario en su afán por escandalizar a la burguesía biempensante, Un chien andalou fue concebido por Buñuel y Dalí bajo la única premisa de presentar situaciones exclusivamente irracionales. En las que se intuyen enseguida, huelga decirlo, todas aquellas pulsiones que la sociedad reprime y que, como la violencia o el sexo, afloran en la pantalla con inusual franqueza. Instintos que la banda sonora, a base de tangos argentinos y el Liebestod wagneriano, contribuye a enfatizar hasta la apoteosis del último plano, au printemps, en el que dos cadáveres yacen semienterrados en la arena.



8 comentarios:

  1. Mítica, provocativa y rompedora.

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  2. Como dices, es complicado resumir una película que evita conscientemente cualquier lectura racional. En cualquier caso, es un título imprescindible.

    Un abrazo.

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    1. Y que contiene imágenes, como la del ojo rasgado por una cuchilla, que han pasado a formar parte del imaginario colectivo.

      Un abrazo.

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  3. Hola Juan!
    Es puro arte.
    Saludos!

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  4. Hola Juan, qué panzada de películas de Buñuel te estuviste dando.
    Esta, Un Perro Andaluz, es la única que vi. Cada vez que paso por tu sitio noto cuánto ignoro del buen cine

    Abrazos

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    1. Muchas gracias, Frodo. Lo cierto es que aún me quedan varios días en los que tengo previsto seguir hablando de don Luis. De modo que, más que una "panzada", esto amenaza con ser "la historia interminable".

      Un abrazo.

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