miércoles, 28 de abril de 2021

Hospital de urgencia (1956)




Director: Antonio Santillán
España, 1956, 86 minutos

Hospital de urgencia (1956) de Antonio Santillán


Hasta ocho personas diferentes intervinieron en la escritura de Hospital de urgencia (1956), entre ellas José Antonio de la Loma, que por aquel entonces era un afamado guionista a las órdenes de Iquino en Producciones IFI. Otros nombres ilustres que también participaron en su rodaje fueron el portugués José María Nunes como ayudante de dirección y el compositor Ricardo Lamotte de Grignón (1889–1962) en la banda sonora. Un equipo de colaboradores que es esencialmente el mismo que en El ojo de cristal (1956), la anterior película dirigida por Antonio Santillán, con la salvedad de que ahora la temática noir quedaba relegada a un segundo plano en beneficio del protagonismo concedido a un grupo de médicos.

Como su propio título indica, ésta es una de aquellas cintas concebida para despertar vocaciones: las de los futuros facultativos que, como los personajes de la clínica del doctor Villanueva (Daniel Clérice), se entregarán en cuerpo y alma a la profesión para salvar a los niños del mañana de gravísimas y aparatosas dolencias. Se trata, por tanto, de una obra coral, en la que el verdadero protagonista, además de los abnegados doctores, es el propio centro hospitalario.



Tres son las líneas argumentales que pueden rastrearse: por una parte, la crisis matrimonial entre el mencionado Villanueva y su esposa Aurelia (Claude Godard), como consecuencia de la irrupción de un nuevo cirujano (Armando Moreno), formado en Alemania y que en el pasado había sido pareja de la mujer; en segundo lugar, un grupo de atracadores, liderados por un tal Andrés ('Saza'), planean asaltar una plaza de toros para hacerse con la recaudación; por último, el día a día en el propio hospital, con sus pacientes (caso de la huerfanita a la que deben operar a vida o muerte) y demás personas que allí trabajan: don Hipólito (Fernando Vallejo), el viejo y entrañable celador a punto de jubilarse, o un caradura llamado Santos (Tony Leblanc) que vive de dar el sablazo y se pasa el día galanteando con las enfermeras.

Mezcla de géneros (drama, comedia, acción...), Hospital de urgencia podría considerarse un producto típico de la factoría Iquino, repleto de pequeñas historias en las que los personajes deben enfrentarse a algún dilema de difícil solución: el profesional sanitario que sacrifica su vida familiar en aras de la ayuda al prójimo; la esposa que, al sentirse ignorada, casi comete adulterio; el villano que se debate entre la paternidad y el crimen organizado; la rivalidad entre dos profesionales que a punto están de llegar a las manos...



4 comentarios:

  1. La esposa casi comete adulterio, pero, claro, no llega a tal, como no podía ser menos en aquel entonces.

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    1. Y no sólo eso, sino que, además, acabará asumiendo lo importante que es la dedicación en cuerpo y alma de su marido al oficio de cirujano, lo que la convierte, definitivamente, en una esposa sumisa.

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  2. Hola Juan!
    Por lo que leo la película traía moraleja...jeje
    Saludos!

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    1. Así es, Fran: lo cual no es óbice para rescatarla del olvido.

      Un abrazo.

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