sábado, 25 de abril de 2020

Entrelobos (2010)




Director: Gerardo Olivares
España/Alemania/Francia, 2010, 113 minutos

Entrelobos (2010) de Gerardo Olivares

La milenaria propaganda infamatoria —promovida, sin duda, primordialmente por el gremio de los pastores— contra el lobo, cuya figura ha llegado a constituirse en paradigma universal del malo, ha sido de una eficacia sólo comparable con la que los romanos proyectaron contra los cartagineses [...], siendo así que lo más cierto es que el lobo, al igual que todo el resto de los cánidos, y en contraposición, por ejemplo, a los felinos, es uno de los animales más dulces y más capaces de amor hacia sus semejantes y sus desemejantes de entre todos cuantos están catalogados en los registros de la zoología.

Rafael Sánchez Ferlosio
Comentarios a la Memoria e Informe sobre Victor de l'Aveyron

El caso real de Marcos Rodríguez Pantoja, el niño salvaje de Sierra Morena, inspiró esta coproducción hispanoalemana dirigida por el andaluz Gerardo Olivares. Acostumbrados como estamos a relacionar este tipo de historias con leyendas populares y cuentos tradicionales, sorprende que hacia 1954 todavía fuera posible que un crío de apenas siete años, huérfano de madre y abandonado por el padre, acabase siendo adoptado por una manada de lobos. Lo cual da una idea del grado de desarrollo de aquella España montaraz y profunda.

Sin embargo, de la película y del relato del propio Marcos se desprende que los años que pasó en la Naturaleza fueron los más felices de una existencia que luego, de regreso entre sus "semejantes", resultó más feroz que la de los propios animales: cazado a los diecinueve por la Guardia Civil, le arrancaron los dientes para que no pudiera morder a nadie. Y así el resto... Su vida, analizada por el escritor balear Gabriel Janer Manila en la novela juvenil He jugat amb els llops (He jugado con lobos, 2009), posee no pocos paralelismos con los de aquel Víctor del Aveyron que inspirara L'enfant sauvage de Truffaut.



Del filme de Olivares destaca lo bien rodadas que están las escenas en las que interviene la fauna: águilas, búhos, buitres, perdices, ciervos y, por supuesto, unos lobos que, viéndolos correr a través de los montes del Parque natural de la Sierra de Cardeña y Montoro (en plena provincia de Córdoba), recuerdan a los inmortalizados por Félix Rodríguez de la Fuente en El hombre y la tierra. Se caracteriza, pues, la cinta por un cierto toque documental, aderezado con una dramatización en la que, aparte de la de Juan José Ballesta, destacan interpretaciones como la del añorado Sancho Gracia (Atanasio), en uno de los últimos papeles de su carrera.

Poco se puede añadir a la contundencia de unas imágenes que hablan por sí mismas: a este respecto, Entrelobos (2010) remite a lo más genuino de nuestro vínculo con la Tierra. Su director, por cierto, llevó a cabo un interesantísimo blog en paralelo mientras duró el rodaje. Contiene valiosas informaciones sobre el mismo (por ejemplo, una nutrida selección de storyboards), amén de un detallado seguimiento del día a día. Diez años después, aún sigue activo. Para consultarlo, pincha aquí.


2 comentarios:

  1. Hola Juan!
    A mi me agradan los exteriores, de un tiempo a esta parte no son muy habituales, lo digital ha desplazado a las "localizaciones". Si recuerdo que me llamaron la atención esas escenas y si, por momentos la sombra de Felix planeaba en pantalla.
    Bueno, parece que igual el día 2 asomamos la cabeza, a ver...
    Saludos!

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    1. Ésta es una de esas películas que, en su momento, pasan de puntillas por nuestra cartelera, pero que merecerían muchísima más atención. Aparte de lo mencionado en la reseña, contiene curiosidades como ver al cantante José Manuel Soto en un papel fugaz de señorito andaluz.

      Saludos.

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