jueves, 9 de abril de 2020

La conquista de Albania (1984)





Título original: Albaniaren Konkista
Director: Alfonso Ungría
España, 1984, 110 minutos

La conquista de Albania (1984) de Alfonso Ungría


La historia de los mercenarios de la Compañía blanca (popularmente conocida como La Gran Compañía Navarra) es de las que merecen ser contadas en una película. Que, en este caso, dirigió el madrileño Alfonso Ungría gracias a una subvención concedida por el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco. De hecho, la primera mitad de la década de los años ochenta supuso una época dorada en cuanto a la producción cinematográfica eusquera, como lo atestiguan títulos tan relevantes de aquel mismo período como La muerte de Mikel (1983) de Imanol Uribe o Tasio (1984) de Montxo Armendáriz.

¿Y qué pintaban estos mesnaderos del siglo XIV en tierras albanesas? Pues, según parece, la cosa tuvo que ver con  los derechos dinásticos que el infante Luis, hermano del rey Carlos II de Navarra, heredó a raíz de su matrimonio con Juana de Durazzo. Sea como fuere, el caso es que una tan disparatada empresa salió adelante a pesar de todo, envuelta en ese hálito romántico de las causas perdidas que el tiempo y el imaginario colectivo terminan por idealizar hasta convertirse en leyenda.



Tanto temática como formalmente, La conquista de Albania es un filme que responde a un cierto perfil shakespeariano, con ese trasfondo medievalizante de la lucha enconada por el poder y la gloria tan propio de los dramas históricos del bardo inglés. A este respecto, la escena de la batalla final en el bosque podría recordar a la filmada por Orson Welles en Campanadas a medianoche (1965). Sin embargo, el carácter suicida de la expedición, unido a la fe ciega que aquellos hombres tuvieron en el liderazgo de un iluminado, conecta de pleno con el espíritu de cintas en la línea de Aguirre, la cólera de Dios (1972) de Werner Herzog. 

Naturalmente, Xavier Elorriaga no es Klaus Kinski, pero, aun así, no faltan momentos de hondo calado trágico en su loco afán por conquistar la victoria. Algo que sus hombres encajarán de muy diversas maneras, como queda patente en el enfrentamiento entre el idealista Pedro Lasaga (Chema Muñoz) y el aguerrido Urtubia (Walter Vidarte). Narrado por el veterano Ahmed (Félix Rotaeta), quien de niño se unió a la compañía, el relato finaliza con una reflexión que bien pudiera hacerse extensiva a nuestros días: "Yo volví tratando de entender por qué a veces la suma de muchas cosas lógicas conduce a una situación tan absurda, pero es que me parece que los de este país somos así".


6 comentarios:

  1. Comencé a verla...Es un poco larga...Trataré de seguirla mañana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. OK, Alí: ya me dirás qué te ha parecido.

      Saludos,
      Juan

      Eliminar
  2. lo mas interesante es la gran historia que tienen a sus espaldas para poder realizar todo tipo de películas... ésta igual me resulta que puede ser un poco "pesada" de ver por su temática no? ja...


    me había olvidado de dejarte un link para reforzar mi opinión de una película unas entradas atrás... saludos

    https://ceaa.blogspot.com/2013/01/primer-libro-leido.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué tal, JLO!

      Bueno: lo de "pesada", o no, lo dejo a criterio de cada cuál. Digamos que se trata de una película de contenido histórico.

      Gracias por el link: lo acabo de visitar y me parece muy entrañable.

      Saludos.

      Eliminar
  3. Que tal Juan!
    No sabia nada sobre esta película, me interesa la historia, anotada queda. "La muerte de Mikel" la vi en su momento en el cine, la película tenia su riesgo en aquel 1983, Imanol era un crio...jeje
    Por cierto, me he ventilado del tirón "La linea invisible", la serie de Movistar sobre el nacimiento de ETA, es formidable, al menos a mi me lo ha parecido. Ahora mismo voy a escribir algo sobre ella.
    Saludos y animo, ya falta menos!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues nada: encantado de descubrirte una peli y agradecido por la recomendación.

      Saludos.

      Eliminar