miércoles, 27 de junio de 2018

Sicario (2015)














Director: Denis Villeneuve
EE.UU., 2015, 121 minutos



¿Qué hace un canadiense francófono en la frontera entre Estados Unidos y Méjico? Pues dirigir eso que se suele llamar un thriller intenso a propósito de las complejas redes de narcotráfico que operan en aquella zona: con Sicario (2015) el québécois Denis Villeneuve afrontaba su tercer largometraje en Hollywood, escrito por Taylor Sheridan (el mismo guionista que triunfaría poco después con Comanchería) y protagonizado por Emily Blunt, Josh Brolin y, sobre todo, por un Benicio Del Toro que borda su papel de justiciero vindicador (de hecho, optó al BAFTA como mejor actor de reparto).

Ni que decir tiene que el punto de vista adoptado en una película de tales características tiende a subrayar la supremacía del norte frente al sur empobrecido y corrupto. Y aunque también haya elementos de las altas instancias estadounidenses que se dejen tentar por las corruptelas que genera el suculento "negocio" de la droga, lo cierto es que, en líneas generales, son los personajes latinos, frente a la íntegra agente Macer (Blunt), los que salen peor parados en el retrato que se hace de ellos.



Maniqueísmo hasta cierto punto "normal" tratándose de un filme de acción, pero que pone de manifiesto la poca o nula voluntad de cambiar determinados clichés por parte de las majors de la Meca del cine. Lo mismo da: estamos frente a un producto diseñado conforme a unos determinados parámetros repetidos hasta la saciedad en años recientes, probablemente como consecuencia de la política adoptada por la administración americana en materia de seguridad. Una, en cierto modo, sensación de déjà vu que nos hace relacionar enseguida determinadas escenas de Sicario con filmes como La noche mas oscura (2012) de Katryn Bigelow o El francotirador (2014) de Clint Eastwood.

Ya en el plano de las distinciones de las que fue merecedora la producción, Sicario obtuvo tres nominaciones en la edición de los premios Oscar de 2016, todas ellas del ámbito técnico: mejor fotografía para Roger Deakins; mejor banda sonora para el islandés (recientemente desaparecido) Jóhann Jóhannsson y mejor sonido para Alan Robert Murray. No se hizo con ninguno de los galardones, que fueron a parar, respectivamente a El renacido (Emmanuel Lubezki), Los odiosos ocho (Ennio Morricone) y la sobrevalorada Mad Max: Furia en la carretera.


2 comentarios:

  1. Me acabo de enterar leyendo tu post de la muerte de Jóhann Jóhannsson. Una gran pérdida, sin duda. Con Oscar o sin él, su banda sonora contribuye decisivamente al clima opresivo de este thriller notable.

    Un abrazo.

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    1. Correcto: habrá que ver si la segunda parte de "Sicario", que se acaba de estrenar este fin de semana, está a la altura.

      Saludos,
      Juan

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