viernes, 22 de junio de 2018

Cosas de la edad (2017)




Título original: Rock'n Roll
Director: Guillaume Canet
Francia, 2017, 123 minutos

Cosas de la edad (2017) de Guillaume Canet


La tan cacareada crisis de los cuarenta le ha servido al actor y director Guillaume Canet para autoparodiarse en la última película que dirige y protagoniza, una comedia irreverente que entre nosotros pierde su icónico título originario (Rock'n Roll) en beneficio del más convencional Cosas de la edad. Y, pese a que son él mismo y su mujer Marion Cotillard el centro de interés en torno al cual gira la acción, no resulta, sin embargo, complicado hallar similitudes con modelos semejantes que tal vez podrían haber servido como inspiración. Así, a bote pronto, son tres los que se nos ocurren.

En primer lugar, viendo a Canet con esas gafas de pasta que luce en algunas escenas, es fácil pensar enseguida en el Woody Allen torpe y acuciado por las mismas obsesiones de los filmes que solía coprotagonizar junto a las actrices (Mia Farrow, Diane Keaton...) con las que por aquel entonces formaba pareja artística y sentimental. Así pues, toda la subtrama ligada a sus infructuosos intentos por presentarse ante Camille Rowe como el actor joven y atractivo que ya no es posee un innegable toque de antihéroe a lo Allen.

Guillaume Canet y Camille Rowe

Claro que las escenas de matrimonio, rodadas en el domicilio conyugal, remiten directamente al universo creado por John Cassavetes en compañía de Gena Rowlands, quienes, por ejemplo, en Opening Night (1977) también interpretaban a una pareja de actores. Es en esa línea, entre histriónica y surrealista, que podrían entenderse las secuencias de una Marion Cotillard empecinada en imitar a la perfección el acento quebequés para intervenir en el próximo proyecto de Xavier Dolan o capaz de metamorfosearse en Céline Dion en uno de los momentos más delirantes de la película.

No tan antiguo, y citado expresamente, es el filme Ma femme est une actrice, dirigido por Yvan Attal en 2001, actor-productor, al igual que su hermano Alain, a ambos lados de la cámara en Rock'n Roll, y con la que plantea algunos paralelismos en lo referente a la no siempre fácil convivencia (en aquel caso junto a Charlotte Gainsbourg) entre un hombre y una estrella que le supera en fama: en ese aspecto, es muy sintomática la escena en la que, la misma noche en que su marido ve cómo el César a mejor actor va a parar a Pierre Niney, Marion Cotillard obtiene su cuarto galardón, ideal para ser utilizado como pata de la mesa del salón...

Parece Joaquín Reyes, pero es Guillaume Canet junto a su esposa

Por último, más que un modelo propiamente dicho, en el progresivo cambio físico experimentado por Cantet como consecuencia de las múltiples intervenciones de cirugía estética a las que se somete habría que ver la sátira de personalidades del mundo del espectáculo como Mickey Rourke, Sylvester Stallone o, en clave francesa, el desaparecido Johnny Hallyday, quien se prestó a interpretarse a sí mismo en una escena un tanto onírica que supondría el penúltimo papel de su carrera.

Quizá sea por lo que tiene de comedia generacional, pero lo cierto es que se escucha muchísima música a lo largo de las más de dos horas de metraje de Cosas de la edad, desde las melifluas baladas de Demis Roussos hasta la incombustible "Ça plane pour moi", popularizada en su día por el belga Plastic Bertrand y que en esta ocasión interpreta el propio Guillaume Canet como sarao y fin de fiesta de una comedia más profunda de lo que parece sobre los peligros de no saber envejecer.


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