Título original: Rachel, Rachel
Director: Paul Newman
EE.UU., 1968, 101 minutos
Raquel, Raquel (1968) de Paul Newman |
Debut en la dirección de Paul Newman, Rachel, Rachel (1968) ofrece el retrato de una solterona maestra de escuela (Joanne Woodward) que vive con su anciana madre (Kate Harrington). Y por si ello no fuese bastante, el hecho de que ambas mujeres habiten en el piso superior de la funeraria que había pertenecido al difunto cabeza de familia (Donald Moffat) no hace sino añadirle un poco más de melancolía al escenario ya de por sí triste de la pequeña localidad de provincias (Japonica, Connecticut) en la que transcurre la acción.
El mérito principal de la puesta en escena de esta película, adaptación de Stewart Stern a partir de la novela A Jest of God de Margaret Laurence, reside en la sutilidad con la que se plantean temas tan controvertidos como el aborto o las inclinaciones homosexuales de alguno de los personajes, máxime cuando la trama discurre en un ambiente puritano en el que la protagonista se siente prisionera. De ahí que con los años, y a fuerza de reprimir sus emociones, haya terminado encerrándose en sí misma, a menudo poniendo como excusa para no enfrentarse a la vida a una madre un tanto posesiva que reclama continuamente sus cuidados.
A nivel visual, son muchas las ocasiones en las que se muestran los pensamientos de Rachel, las obsesiones que la acechan desde pequeña, temores con los que convive a diario hasta el extremo de haberla convertido en una mujer abocada a buscar consuelo a su sentimiento de culpa en la palabrería de cualquier predicador (Terry Kiser) o en los brazos de un antiguo compañero de estudios (James Olson) que se encuentra de paso por la ciudad.
En líneas generales, se trata de una modesta producción de bajo presupuesto y tono intimista, pese a que optó a cuatro premios Óscar y terminó funcionando muy bien en taquilla. Posee, asimismo, ese toque familiar que Newman le daría posteriormente a El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas (1972), donde el actor de Hollywood reconvertido en puntual cineasta independiente volvió a dirigir a su esposa y a su hija (la pequeña Nell Potts).
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