Título original: Somebody Up There Likes Me
Director: Robert Wise
EE.UU., 1956, 113 minutos
Marcado por el odio (1956) de Robert Wise |
Tras haberse fogueado en la televisión y el teatro, uno de los primeros papeles cinematográficos del prometedor Paul Newman fue este biopic a propósito de una estrella del boxeo surgida de los barrios bajos neoyorquinos. Basado en la autobiografía de Rocky Graziano, por entonces una leyenda viva de los cuadriláteros que asesoró a Newman para su papel de campeón mundial de los pesos medios, Somebody Up There Likes Me (1956) tenía que haber sido protagonizada, sin embargo, por el malogrado James Dean, fallecido trágicamente en accidente de tráfico en septiembre del 55.
A medio camino entre el cine negro y un cierto toque neorrealista, la puesta en escena ideada por Robert Wise ponía el acento en la crudeza de unos ambientes sórdidos, a menudo filmados en plena calle, que le valió el Óscar a la mejor fotografía en blanco y negro a Joseph Ruttenberg, así como el de mejor dirección artística al equipo encabezado por el mítico Cedric Gibbons.
La ferocidad de los combates pone en evidencia el gran trabajo llevado a cabo por un intérprete surgido del Actors Studio, cuyo célebre Método, aparte de proporcionarle las herramientas necesarias para llegar al fondo de las motivaciones del personaje, ocasionó que Newman adoptase algunos tics similares a los de otro ilustre alumno surgido de dicha escuela: Marlon Brando. De hecho, las comparaciones entre ambos fueron constantes en esta primera fase de la carrera de Newman, quien llegó a aborrecer cualquier tipo de alusión al respecto por parte de la crítica o la prensa.
Pero el caso es que su convincente composición del joven rebelde que, tras una infancia difícil y su convulso paso por el ejército, desfila por infinidad de correccionales hasta tocar la gloria le valió un reconocimiento que, en lo sucesivo, le ayudaría a cimentar una sólida carrera. Como ya había sucedido en El cáliz de plata (1954), le acompaña de nuevo la italiana Pier Angeli, encargada esta vez de dar vida a Norma, novia y luego esposa del rudo púgil que, como indica el título original en inglés, parece que cuenta con la simpatía del Altísimo para salir airoso de cuantos escollos le depara la vida.
Una de las mejores películas sobre el mundo del boxeo.
ResponderEliminarY no sólo a nivel pugilístico: también retrata muy bien una realidad social.
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