domingo, 9 de enero de 2022

El lado oscuro (1991)




Director: Gonzalo Suárez
España, 1991, 57 minutos

El lado oscuro (1991) de Gonzalo Suárez


El planteamiento de El lado oscuro (1991), telefilme que Gonzalo Suárez dirigió para RTVE, no puede ser más sencillo: apenas dos tipos en un espacio cerrado. Uno, llamado Valdés (Hugo Gorban), se recrea con todo lujo de detalles a la hora de describir las torturas que cometió cuando trabajaba al servicio de la dictadura argentina. El otro (Héctor Alterio) escucha pacientemente. O también relata, se supone que más tarde, pormenores de la investigación que fue reconstruyendo y de los cuales quiere dejar constancia grabándolos en un magnetófono.

Aunque lo verdaderamente inquietante viene al final, cuando un rótulo sobreimpreso en pantalla nos advierte que "los diálogos entre el investigador de la Comisión Sábato y el torturador Valdés han sido fielmente transcritos a partir de las grabaciones del interrogatorio". De modo que todo lo que ha oído el espectador, a lo largo de una hora, es absoluta y trágicamente cierto... Dramatismo aún mayor, si cabe, si se tiene en cuenta que el propio Héctor Alterio fue víctima de esa misma barbarie.



La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (a la que habitualmente se conoce con el acrónimo CONADEP) se creó bajo los auspicios del Gobierno argentino en 1983 con el objetivo de aclarar e investigar la desaparición forzada de personas que se produjo durante la cruenta dictadura militar autodenominada "Proceso de Reorganización Nacional". Las conclusiones, dadas a conocer en septiembre de 1984, integran el Informe "Nunca Más", también conocido como "Informe Sábato" en honor al presidente de la Comisión, el escritor Ernesto Sábato.

Es posible que el estilo habitual de Gonzalo Suárez quede un tanto diluido en favor de los hechos que la cinta pretende denunciar. No en vano, el guion surge del testimonio recogido por el abogado Antonio López Crespo, encargado de interrogar al sanguinario e inmodesto verdugo que presume de haber sido un Dios capaz de conseguirlo todo a base de patadas. La austeridad del decorado y una puesta en escena eminentemente teatral contribuyen a realzar la trascendencia de los hechos narrados.



10 comentarios:

  1. Un film en el que priman la denuncia y el testimonio.

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    1. Doy fe: aquí lo cinematográfico pasa a un segundo plano.

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  2. Me intrigó ver la bandera argentina y la verdad que no la conocía. Un tiempo nefasto de nuestro país, como siemrpe que están los militares, creo, en cualquie lugar del mundo. Saludos.

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    1. Como suele decirse en estos casos, es una película necesaria.

      Saludos.

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  3. Hola Juan!
    Me interesa y tomo nota. Diría que es de las que te deja esa rara sensación en el cuerpo.
    Saludos!

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  4. Vuelvo después del parón navideño y veo que sigues un ciclo de Gonzalo Suarez, director personal con una carrera algo desigual, pero siempre interesante. Este telefilme que comentas no lo he visto, aunque esos duelos a dos son comunes en la filmografía de Suarez (Epílogo, por ejemplo). Me gustó Remando al viento, supongo que la reseñarás.
    Saludos!

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    1. Hola, Fernando: feliz año nuevo.

      Si quieres ver la película, no tienes más que clicar sobre el enlace que incluyo en la entrada. Respecto a "Remando al viento", ya la comenté en su momento. Puedes leer la reseña en http://cinefiliasantmiquel.blogspot.com/2016/06/remando-al-viento-1988.html

      Saludos.

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  5. Hola Juan, qué sorpresa! No conocía este telefilme, y eso que nos toca muy de lleno.
    Es una historia todavía muy viva para nosotros. Imagina que yo nací en 1983 justo con la democracia, pero siguen apareciendo muchos hijos de desaparecidos que hoy tienen entre 40 o 50 años y que por los análisis de ADN consiguen saber su identidad, de dónde vienen, y reencontrarse con familiares.

    Gracias por esto, y por mantener siempre abiertos los ojos (y la cabeza). Voy a verlo.

    Abrazo

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    1. Gracias a ti, Frodo, por tu fidelidad y buena onda. Me interesa muchísimo tu opinión sobre esta película: por favor, no dejes de compartirla conmigo cuando la hayas visto.

      Un abrazo.

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