jueves, 6 de enero de 2022

Al diablo, con amor (1973)




Director: Gonzalo Suárez
España, 1973, 86 minutos

Al diablo, con amor (1973) de Gonzalo Suárez


El relativo éxito de Morbo (1972) —cosechado, en buena medida, a consecuencia de la química entre Ana Belén y Víctor Manuel, quienes, en lo sucesivo, pasarían a ser pareja artística y sentimental— motivó que el director Gonzalo Suárez quisiera sacar provecho del tirón comercial rodando otra película con los mismos protagonistas. El resultado fue Al diablo, con amor (1973), una especie de musical de aventuras, coescrito en colaboración con su hermano Carlos y el también cineasta Antonio Drove y cuyos exteriores se rodaron, como no podía ser menos, en tierras asturianas.

El telón de fondo (una vieja taberna llamada El Gallo Negro, capitanes intrépidos, islas misteriosas...) nos sitúa en la estela de antiguas leyendas de piratas y tesoros escondidos, si bien intercalando elementos propios del imaginario del autor, como esa muñeca rota, codiciada por unos y por otros, que conecta de pleno con las fantasmagorías de la inaudita Aoom (1970).



Respecto a las canciones que integran la banda sonora, cabe señalar que el propio Gonzalo Suárez se encargó de escribir las letras de todas ellas, mientras que la música corrió a cargo de Víctor Manuel. Temas que irán sonando a lo largo de esta particular odisea en la que tres personajes (curiosamente, bautizados con los mismos nombres que sus intérpretes: Emilio, Víctor y Pilar, nombre real de Ana Belén) irán en busca de la tumba de un viejo corsario para cumplir la última voluntad del padre de uno de ellos.

Sin que se trate de la película más lograda de su director, lo cierto es que las peculiaridades de Al diablo, con amor la convierten en una rareza dentro de la filmografía de un cineasta ya de por sí inclasificable. Más que nada porque pretende abarcar tantas cosas (filme de aventuras, musical, underground…) que finalmente queda un poco en tierra de nadie, sin lograr resultados convincentes en ninguna de esas facetas.



4 comentarios:

  1. Más que en tierra de nadie, todo queda en Asturias.

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    1. Pues sí, nunca mejor dicho: el resultado final es un poco de andar por casa.

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  2. Que tal Juan!
    Si me enseñas la foto de Victor con esa media melena igual no lo reconozco. Como pasa el tiempo...
    Me la apunto por curiosidad.
    Saludos!

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    1. Era un chavalín por aquel entonces. Creo que Ana ha cambiado menos.

      Saludos.

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