martes, 24 de septiembre de 2019

Los años más bellos de una vida (2019)




Título original: Les plus belles années d'une vie
Director: Claude Lelouch
Francia, 2019, 90 minutos

Los años más bellos de una vida (2019)
de Claude Lelouch


En una entrada reciente de su blog La panxa del bou, nuestra amiga Júlia Costa comentaba, a propósito del éxito cosechado en su momento por Un homme et une femme (1966), que las escenas de cama —que, vistas hoy, podrían parecer más bien candorosas— en la Barcelona de mediados de los sesenta resultaban, sin embargo, altamente excitantes. Y la prueba está, sigue comentando Júlia, en que uno de los temas de conversación giraba en torno al hecho de si la pareja, por más que les hubiesen puesto una sábana estratégicamente colocada entre sus cuerpos, no debió de notar algo...

Lo cierto es que, al margen de la mojigatería imperante en aquella España en blanco y negro, el filme de Claude Lelouch no sólo obtuvo una arrolladora repercusión internacional —coronada con dos Óscar, dos Globos de Oro, un BAFTA y una Palme d'Or en Cannes, que se dice pronto—, sino que, gracias, entre otras cosas, a la pegadiza banda sonora compuesta por Francis Lai, pasaría a formar parte, por siempre jamás, de la memoria colectiva.

Les vieux amants haciéndose una selfie

Claro que morir de éxito tiene, por lo común, peor prensa comparado con el hálito romántico del fracaso puro y duro. Seamos sinceros: lo de Lelouch con Un homme et une femme es como lo de Mike Oldfield con Tubular Bells. Es decir, que cada equis años toca llevar a cabo la correspondiente puesta al día para que el respetable vuelva a pasar por caja y así repetir la eficacia de una fórmula que, por sencilla, parece inagotable.

Con Les plus belles années d'une vie (el título alude, indirectamente, a otro gran clásico de la historia del cine: Los mejores años de nuestra vida (1946) de William Wyler, que en Francia se tituló Les plus belles années de notre vie) son ya tres las entregas de la saga, tras una mediocre segunda parte, digna de olvido, estrenada en 1986. Los mismos personajes, pero medio siglo después... Jean-Louis (Trintignant) es ahora un anciano aquejado de alzhéimer que, embebido en sus propias ensoñaciones, recibe en la residencia la visita de Anne (Anouk Aimée), la que fuera su gran amor. Continuas (e innecesarias) autocitas que remiten, en forma de flashback, a la película original se encargarán de hacer el resto.

Los niños de 1966, pero un poco más talluditos...

2 comentarios:

  1. Que tal Juan!
    Tengo buen recuerdo de la del 66, es escuchar ese "dabadabada..." y me entra una cosa por el cuerpo que ni te cuento...jeje
    Esta en principio no me provoca curiosidad pero quien sabe, una de esas madrugadas tontas...
    Por cierto, me encanta la de Wyler.
    Saludos!

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    1. Hombre, a ver: la del 66, como tú dices, es una película un tanto sobrevalorada. Ésta de ahora, en cambio, a pesar de su oportunismo, tiene el aliciente de los diálogos, cargados de sabiduría, entre la pareja protagonista. No sé: cuestión de gustos.

      Saludos,
      Juan

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