viernes, 6 de septiembre de 2019

Érase una vez en Hollywood (1974)




Título original: That's Entertainment!
Director: Jack Haley Jr.
EE.UU., 1974, 135 minutos

Érase una vez en Hollywood (1974) 
de Jack Haley Jr.


En principio, That's Entertainment! sólo tenía que haber sido un homenaje por todo lo alto en conmemoración del cincuenta aniversario de la Metro. Y aunque, en buena medida, eso es lo que fue, el hecho de ver a todas aquellas viejas glorias, ajadas por los estragos del tiempo, paseándose por unos decorados en ruinas le añadía una nota decadente que, más allá de su valioso material de archivo, representa uno de los encantos principales de la película.

Que fue dirigida, curioso detalle, por Jack Haley Jr., hijo del actor que interpretaba al Hombre de hojalata en El Mago de Oz (1939) y que, ese mismo año, contraería matrimonio con una de las estrellas que intervienen en este documental: Liza Minnelli. De modo que, mezclando ficción y realidad, bien podría decirse que dicha unión convertía a Dorothy (Judy Garland) y The Tin Man en consuegros...

Jack Haley Jr. y Liza Minnelli durante una pausa del rodaje

Bromas al margen, la importancia de That's Entertainment! radica en la reivindicación que lleva a cabo del esplendor de una época irrepetible recopilando lo más selecto de su legado, pero también, y eso es lo interesante, rescatando del olvido muchísimas "rarezas". Como descubrir que, en los inicios de sus respectivas carreras, hubo artistas que dieron muestras de una rara habilidad para el canto y el baile que, más tarde, una vez encasillados en los papeles con los que obtuvieron la fama, abandonarían definitivamente para centrarse en un nuevo perfil. De entre todos los casos que se citan (Joan Crawford, Cary Grant...), quizá el más llamativo sea el de Clark Gable, quien en Idiot's Delight (1939) —comedia musical dirigida por Clarence Brown— no sólo exhibe sus envidiables facultades vocales, sino que se revela, además, como un excelente bailarín de claqué.

Y así, pasándose el testigo los unos a los otros —de Frank Sinatra a Mickey Rooney, de Bing Crosby a Debbie Reynolds o Elizabeth Taylor— los intérpretes que protagonizaron aquellos clásicos conducen al espectador a través de decrépitos decorados, que ya nadie utiliza, para presentar los números más célebres surgidos del estudio. Algunos, como el tema central de Cantando bajo la lluvia (1952), resulta que ya se habían utilizado previamente en anteriores filmes; otros, caso de Siete novias para siete hermanos (1954), son puestos como ejemplo de que el cine musical también puede ser viril. Y, entre tanta profusión de estrellas, dos nombres brillan con luz propia: Gene Kelly y Fred Astaire. A ellos corresponde el honor de haber elevado el baile a la categoría de mito y son sus coreografías las más aclamadas de todos los tiempos.


2 comentarios:

  1. Hola Juan!
    Algo habia leido sobre esta pelicula pero nunca la he visto, creo que unicamente algun numero suelto, en todo caso me has despertado la curiosidad. La verdad que el texto de este post me hace reflexionar sobre lo lejano y distante de aquel viejo Hollywood, ya se que en ese sistema de estudios se debieron de cometer todo tipo de excesos, ademas de en el laboral en algun que otro campo mas, pero lo que si es cierto es que el nivel de excelencia que se alcanzo fue maravilloso. Sigo necesitando al menos una vez a la semana un clasico en mi dieta, no lo puedo evitar...jeje
    Saludos!
    ¿Sabes a quien me recuerda Jack Haley Jr con esa barba y esas gafas? Al humorista Eugenio.

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    1. ¡Pero Eugenio no se reía nunca y éste se está partiendo de risa! Bueno: celebro tu adicción a los clásicos.

      Saludos,
      Juan

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