sábado, 4 de agosto de 2018

A la caza (1980)




Título original: Cruising
Director: William Friedkin
EE.UU./Alemania, 1980, 102 minutos

A la caza (1980) de William Friedkin


Pues sí: aunque parezca mentira, William Friedkin dirigió otras películas aparte de French connection (1971) y El exorcista (1973). Como, por ejemplo, este thriller policial ambientado en los locales gais de Nueva York y que, en el momento de su estreno, fue merecedor de varias nominaciones a los... Razzies.

De hecho, Cruising (que aquí recibió el nada sutil título de A la caza) fue un proyecto que ya nació marcado por la polémica y, además, por partida doble: por un lado, los detractores de que la homosexualidad apareciese como trasfondo de un guion cinematográfico (a la sazón muchos más y, sobre todo, más virulentos que hoy en día) pusieron el grito en el cielo por lo que entonces se consideraban escenas demasiado explícitas; por otra parte, desde los propios colectivos LGBT hubo quien intentó boicotear el filme al juzgar que éste incitaba a la violencia contra los homosexuales.



Al parecer, Brian De Palma aspiraba a dirigir la película, cosa que finalmente no fue posible por problemas con los derechos de autor sobre la novela de Gerald Walker, y se dice que la primera opción de Friedkin para el papel protagonista no era Pacino sino Richard Gere. En cualquier caso, lo que queda claro es que tanto temática como visualmente Cruising entronca a la perfección con una serie de títulos en la que algunos de esos nombres andaban implicados por aquellas fechas. Tal sería el caso de American Gigolo (1980) de Paul Schrader o Vestida para matar (1980) del propio De Palma.

En líneas generales, y pese a algunos cabos de su trama que deliberadamente se dejan sueltos, Cruising se nos aparece al cabo de los años como la simbiosis perfecta entre Psicosis (1960) y Taxi Driver (1976). Se sirve del Macguffin a lo Hitchcock en las primeras secuencias, con esos miembros humanos que aparecen flotando en la bahía del río Hudson, para luego retomar la sordidez de los bajos fondos neoyorquinos tal y como la retratara Scorsese en los primeros títulos de su filmografía. Por todo lo cual, es muy probable que estemos ante uno de esos casos en los que, dejando de lado la intolerancia y la corrección política que en su día condicionaron la recepción de la película, se haga necesario el revisarla en aras de valorar en su justa medida lo que tiene toda la pinta de ser un clásico injustamente infravalorado.


2 comentarios:

  1. Ya hace mucho tiempo que la vi pero creo recordar que no estaba mal del todo. Un thriller competente.

    Saludos.

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    1. Yo creo que si la vieses hoy te gustaría más que entonces: que las buenas pelis, como los buenos vinos, mejoran con los años.

      Saludos.

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